Me voltée hacia él, colocándome igual que él, quedamos frente a frente y lo miraba extrañada. Me preguntaba por qué Lester me habías esos tipos de preguntas y me decía esas cosas, según él, lo conocía perfectamente. Pero aún así no me dejaba de extrañarme.
—Hablas como si lo conocieras muy bien. Al parecer fueron muy buenos amigos. ¿O me equivoco?¿Crees qué él sería capaz de pedirme perdón y hacer todo eso?
Sentí la curiodad de saber un poco más, pero no podía irme muy profundo ya que Lester no quería hablar mucho del asunto.
—Lo creo, Denis. ¿Sabes por qué? Porque él te ama. Eres muy hermosa, inteligente, comprensible... Yo haría eso y más por una chica como tú —confesó Lester—. Con esto no te estoy diciendo de que le des una oportunidad o algo parecido, simplemente te doy dando mi punto de vista y lo que pienso. Y añadiendo de que me interesa saber un poco tu opinión.
«¿Será qué yo le gustaba a Lester?». En mi mente divagaba muchas interrogantes. Muchas veces me confundía, decía cosas extrañas, siempre lo he catalogado como un misterio, pero sincero y bueno. Si mis padres le abrieron las puertas de la casa fue por una razón muy grande y lo conocían muy bien. Su llegada no dejaba de ser un misterio.
—Lester. ¿A caso yo te gusto? —me atreví a preguntar.
Me miró por unos segundos antes de contestar, porque eso era lo que aveces parecía; un enamorado.
—¿Por qué no? —pausó y movió sus cejas, luego se rió dándome la razón de mis sospechas—. No sólo me gustas, estoy enamorado de ti, pero lástima que llegué tarde a tu vida. Quizás en un futuro pondríamos ser algo más.
Realmente no supe que decirle, me quedé pensativa por lo que me había respondido, no sabía que decir. No pronunciamos nada, ni una sola palabra, nos mirábamos y ya. Luego él se giró quedando boca arriba y clavó su mirada de nuevo hacia arriba, más tarde cerró los ojos. Y supuse de que iba a dormir.
Me giré hacia el otro lado y me acomodé para lograr conciliar el sueño.
Al día siguiente...
Abrí mis ojos lentamente, me giré para ver si aún Lester permanecía dormiendo y no lo vi sobre la cama, me giré en toda dirección de mi habitación y no estaba allí, al parecer se había retirado. Volví a cerrar los ojos de nuevo y dormí un poco más mientras las horas iban pasando.
El día estuvo tranquilo, Lester se encontraba en el ático, mi hermana no emitía ningún de ruido, supuse de que estaba de chismosa con sus amigas en su móvil, me encontraba en la sala de estar leyendo un libro, de pronto mamá se acercó a mí.
—Denis, tu padre y yo vamos a La Merciana por unos días, encárgarte de Coreen —me dijo mi mamá mirándome, cuando finalizó se marchó sin decir nada más.
—Ufff vaya que sorpresa, ya al fin están en paz. Me menciona a Coreen como si ella fuera una bebé. Si ella supiera todo lo que su bebé hace a sus espaldas.
Continué leyendo el libro hasta que me cansé, dejé el libro a un lado y me incliné a dormir un poco. Cuando me desperté, me dirigí hacia la parte trasera de la casa, supuse de que Lester y Coreen estaban allí. Y así fue, estaban conversando como siempre.
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Editado: 29.05.2024