Al día siguiente...
Observé a Lester pensativo en la sala de estar, mirando por la ventana, cosa que era normal él, poseía como un hábito extraño para mí, pero para él era muy normal. Mi hermana estaba tecleando su móvil, seguramente en chismes y diciéndose palabras cursis con Elías, yo en particular solía ser seca, no tan expresiva. Después de permanecer un rato observando el ambiente accedí a entrar la sala, ningunos se habían percatado de mi presencia y me trasladé hacia el mueble que se encontraba desocupado. Con la primera persona que se me ocurrió conversar, fue con Lester y decidí sacarlo de la rutina de sus pensamientos aunque sea por unos minutos.
—Lester —vociferé para que me pusiera atención—. ¿En qué piensas? ¿Eh?
No me respondió, continúaba callado desde aquella dirección, se veía profundo, al parecer él no quería salirse de su estado. Rodée los ojos, respiré profundamente, y tomé la decisión de levantarme y llegar hacia él. Pero antes; me giré hacia Coreen, la vi haciendo lo mismo que cuando yo entré, Pero esta vez riéndose, luego retorné y caminé hacia Lester quedando muy cerca detrás de Lester, me incliné para decirle lo que iba a decir, pero en su oído derecho.
—¿Estás asustado por lo de anoche? —le susurré.
Reaccionó en seguida saliendo e sus pensamientos y se volteó a mirarme quedando frente a frente a mí.
—No, no es eso —me respondió y junto con su cabeza hizo la se lo de que no—. Pienso en que...
En ese momento que me iba contestar sonó el teléfono de la casa, como estaba cerca de él, Lester tendió su mano a coger el teléfono y procedió a tomar la llamada, se movió próximo a la puerta. Entonces era yo la que estaba mirando a través de la ventana mientra él hablaba por el teléfono.
—Bueno...
—Excelente ¿y tú?
—Sí, he pensado en eso sólo que he estado haciendo cosas. De hecho tenía pensado llamar, pero esperé a que tú lo hicieras.
—Claro te lo agradezco.
—Oh, sí, muy bien por cierto.
—Bien. Cuídate, te llamo luego y gracias por llamarme primo.
Al escuchar que estaba conversando con su primo Me hizo sorprenderme como una idiota.
Lester colgó el teléfono y se colocó de nuevo donde estaba continuólando a mirando a través de la ventana. Indudablemente estaba muy profundo.
—Denis —pronunció luego se giró hacia mí quedando con sus ojos clavados en mí—. Tenemos cosas que resolver con esas cosas que aparecen en tu habitación en las noches, todo es muy extraño. ¿Segura de que no te da miedo?
—¿A que me recomiendas? —le pregunté y me coloqué a su lado—. Te haré dicho que no le tengo tanto pavor, ya estoy acostumbrada a cierta cosas que suceden.
Lester volvió a girarse y se colocó a observar a través de la ventana de nuevo. Y yo hice lo mismo.
—No lo sé, no tengo idea por el momento —me respondió mirando hacia afuera.
—Vamos a tomarlo como que sino tuviera importancia —sugerí segura de si—. Hay espíritus que cuando se les ignora, dejan de molestar. Eso me lo habían dichos varias personas.
—Vamos a intentarlo —agarró mi mano izquierda y la apretó con fuerzas—. Prometo no dejarte sola nunca jamás.
Y me dio un beso largo en la mejilla. Sentí como un poco de cosquillas.
#1473 en Fantasía
#885 en Personajes sobrenaturales
#640 en Thriller
#299 en Misterio
hombrelobo, hombrelobo drama, hombrelobo amor licántropo sobrenatural
Editado: 29.05.2024