Denis entre lobos 1 (libro 1) Serie: Denis

Capítulo 35

 

Exhalé aire por la boca y me voltée hacia la dirección donde se ubicaba mi hermana. En seguida me vino recuerdos de Max, yo no quería en lo absoluto saber de él.

—Coreen —pronuncié, me arrasqué el cuello —. Espero que no le cuentes nada de nada a Máx. Es insoportable tener que soportar sus llamadas y sus mensajes absurdos sabiendo que la culpa la tuvo él. No creo en lágrimas de cocodrilos.

—Eso lo sé y lo sabes. Yo podría ser mala hermana pero no tan mala como para querer que ese canalla se vuelva a acercar a ti —comentó sentándose —. ¿Y quién es ese chico? ¿El que te llamó? Vamos Denis, ahora me toca a mi investigarte a ti, no vaya a ser que sea un sinvergüenza y descarado que quisiera quitarte la virginidad y luego dejarte como trapo viejo.

—Un amigo, ya te dije, hablamos después de él —le dije seriamente —. Me voy a dormir, buenas noches. Que duermas bien y que no se te ocurra escaparte por las ventanas porque no soportaré mucho esta situación.

Hice intención de abandonar la habitación, pero Coreen abrió la boca y se acercó hacia mí y me detuvo por un brazo. 

Respiré frustrada, sabía lo que eso significa, no iba a dejar en paz, iba a insistir hasta lograr su objetivo, pero yo estaba para hablar de Alvaro.

—No te vas —aseveró y me miraba con sus hermosos ojos desafiantes —. Viniste recientemente a mi cuarto y luego que te pregunto sobre el chico quieres irte ¿Qué sucede contigo? ¿Acaso no puedo saber lo que sucede contigo? Aver Denis, tú y yo estamos a par, así que espero que me cuentes todo con lujo y detalle o sino te sacaré los ojos por excluirme de saber sobre tu vida.

—Nada, no voy a decirte nada por el momento, y no me compares contigo, tú eres mi hermana menor y quiero protegerte —me negué —. Coreen hablaremos después, hasta mañana.

Aparté cómo pudo las manos de Coreen sobre mí y no tuvo más opción que dejarme ir. Me moví con dirección a la salida hacia el pasillo y salí de la habitación dejando a Coreen con una incógnita y curiosidad, me sentí aliviada porque mi hermana no me detuvo. Cuando entré a mi habitación vi como otras veces aquella luces la cuáles yo la interpretaba como un portal que veía reflejada en las paredes, y ya me encontraba acostumbrada. 

Exhalé aire con resignación a que por el momento no entenderé lo que sucedía y me acosté a dormir sin darle importancia a nada de lo que ocurría a mi alrededor. Desperté al otro día, no podía creerlo era otro día. Me levanté e hice el aseo personal. Terminado todo, bajé las escaleras directo a la cocina y busqué en la nevera algo diferente para desayunar.

Vi una lata de flan, la agarré, procedí a destaparla, tomé una cuchara y lo deboré. Cuando terminé quería más y busqué otra lata.

—Mmm... Que delicia —murmuré. 

Ya casi terminando, entró mi papá a la cocina y se acercó a mí, me sonrió y me dio un beso en la mejilla. A Coreen no le agradaba esas acciones según ella era ridículo, pero los de su novio no.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.