Denis entre lobos 1 (libro 1) Serie: Denis

Capítulo 40


Minutos más tarde...

Escuché el timbre sonar. Y me asomé por la ventana para ver quien había llegado, supuse de que era el novio de Coreen. 

Llegó el supuesto novio de Coreen. «Qué emoción». Llamé a mi hermana para que viniera a recibirlo y llegó corriendo. Antes de que to pudiera abrir la puerta, Coreen abrió la puerta. Se dieron un beso largo. Coreen se despegó y se volteó hacia a mí.

—Mi amor esta es mi hermana Denis —me presentó muy emocionada —. Denis este este es mi novio Elias.

Le envié una sonrisa cordial y me aproximé a ellos para darle la mano a mi cuñado.

—Es un placer conocerte —le dije a Elías con una sonrisa en mis labios.

—El placer es mío querida cuñada —contestó felizmente.

—Chicos vámonos, vámonos ya —pronuncié sacándolos de la casa —. Si los dejo otro rato más durarán doble tiempo del que duraron pegados anteriormente.

Salimos de la casa y cerré la puerta, caminé hacia el auto, nos montamos en el auto y emprendimos la huída.

—Elías excusa a mi hermana es así de pesada aveces —pronunció Coreen.

—No tengo por qué disculparla, ella no ha hecho nada. 

—¿Para qué permanecer en la casa si nos íbamos a trasladar? —cuestioné agobiada —. Si de pesadez estamos hablando, Coreen es peor que yo. 

—No lo niego cuñada —me dio Elías la razón.

Me imaginé la cara de Coreen, o quizás suprimió sus sentimientos delante de su novio.

Hablamos un poco sobre nosotros mientras nos transportábamos. Cuando llegamos nos dirigimos justo a un lugar donde podíamos ver el cielo, el techo estaba descubierto. Justamente ese día el sol casi no se veía.

—¿Cómo se comporta Coreen contigo? —le pregunté a Elías. 

—Muy mal —me respondió.

Aparté mi rostro de Elías y observé a Coreen, mi hermana estaba enojada con los brazos cruzados. Luego escuché carcajadas y retorné mi visión hacia Elías.

—Lo sé, mi hermana es una loca, tenemos que llevarla a tratar urgentemente —le dije a Elías —. Al parecer se llevar bien.

—Nos llevamos muy bien —me aseguró mostrándome una sonrisa amplia que se le veía los dientes —. Pero de la patadas.

Ambos nos echamos a reír, entendí que él conocía el mal carácter de Coreen. De repente vi como Coreen le tiró un codazo a Elías molesta. En ese instante reí más fuerte.

—Ojalá no conozcas su peor versión —le dije a Elías —. Porque en ese momento si que te podrías arrepentir.


Elías y yo continuamos conversando mientras Coreen nos miraba con ganas de acribillarnos. Luego Elías hizo de que se le quitara el enojo absurdo que llevaba simplemente por una broma.

Horas después...

—Fue un placer el haber compartido con ustedes —pronuncié —. Elías lleva a mi hermana a casa, voy a hacer algo. Espero de que no regresen a casa muy tarde, me imagino que eres igual que ella que suelen llegar a altas horas de la noche a casa.

—Sí, cuídate Denis —me respondió con simpleza.

Coreen me miró con desencanto, desvíe mi mirada de ella y me retiré sin duda alguna.

Cuando salí del hermoso lugar tomé un taxi y llamé a Alvaro, le dije que iba rumbo al lugar donde nos citamos. Él hizo lo mismo también.

 




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