Capítulo 64

Por lo que vi era algo obvio. Continué escuchando.

—Pues él es como yo y... —Lo interrumpí.

—Él es un hombre lobo como tú —le dije —. Pero él no sabe que yo lo sé.

—Alvaro no es la persona que tú crees que es, él no es buena persona —me comentó —. Nuestros problemas surgieron porque mis amigos y yo impedirnos que le hiciera daño a una personas.

—¿Qué? —pregunté incrédula —. ¿Conoces los lugares dónde él asiste?

—Sí, ¿quieres ir? ¿Quieres saber lo que él hace en la noches? —me preguntó.

—Quiero saber —le respondí —. Llévame esta noche.

Me miró y yo lo miré. Cuando iba a decir algo de pronto la puerta se abrió, vi a Alvaro con cara de asombro. Me asusté, mis ojos se abrieron. «¿Qué hacia Alvaro aquí?». Miré a Lester y se paró. Alvaro lo miró con furia y dio unos pasos más adentro. 

—¡Qué haces tú con este tipo! ¡Explícame! —gritó con furia mientras avanzaba hacia a mí —. ¡Dime algo que no sepa de ti! ¡Me engañas con este tipo! ¡Y para el colmo en tu propia casa! ¡No me digas nada, eres una cualquiera!

Mi hermana miraba sorprendida. Yo sentía un dolor en mi corazón, me herían sus palabras.