Capítulo 75

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Sí, pero no estábamos haciendo nada, sólo hablábamos —me aparté y caminé hacia Lester.

—Vámonos Lester —dije aún con lágrimas en mis ojos.

Lester rodó su mano izquierda sobre mi espalda llevando su mano a mi hombro izquierdo y caminamos juntos. 

—¡Me las pagarán! —exclamó Alvaro.

Ignoramos su voz, Lester de vez en cuando miraba hacia atrás, yo continuaba mirando hacia adelante. Pudimos visualizar un taxi y partimos en el, rumbo a casa. Salimos del auto, tomé las llaves, abrí y entramos. 

Las luces de la casa estaban apagadas, sólo las de los pasillos estaban encendidas. Miré el reloj que había arriba y eran ya las 3 de la madrugada. Lester me acompañó a mi habitación, vi que iba a retirarse y lo detuve.

—Lester —mencioné —. Por favor no te vayas, hazme compañía está noche. 

Lester me miró extrañado, se detuvo y se giró hacia a mí.

—Denis, no estaría bien, si tus padres... —lo interrumpí —. No digas eso, no lo conoces, no dirán nada.

Pausé por unos segundos y nos quedamos mirándonos uno al otro.

—Además —añadí —. Cuando voy a fiestas o centros nocturnos hay amigos que por una razón u otra no pueden regresar a sus casas y se quedan aquí, mis padres no dicen nada, si quieres preguntáselo a Coreen.