Me voltié a mirarlo extrañada. Él hizo lo mismo.
—Hablas como si lo conocieras. ¿Crees qué él sería capaz de pedirme perdón y hacer todo eso?
—Lo creo. ¿Sabes por qué? Porque él te ama. Eres una chica muy hermosa. Yo haría eso y más por una chica como tú —confesó Lester.
«¿Será qué yo le gustaba a Lester?» En mi mente divagaba muchas interrogantes.
—Lester ¿A caso yo te gusto?
—¿Por qué no? —pausó —. No sólo me gustas, estoy enamorado de ti, pero lástima que llegué tarde a tu vida.
Me quedé paralizada con eso que me dijo, no sabía que decir. No pronunciamos nada. Él se giró hacia arriba y cerró los ojos.
Al día siguiente...
Abrí mis ojos y no vi a Lester, miré en toda mi habitación y no estaba. Volví a cerrar los ojos de nuevo. El día estuvo tranquilo, de pronto mamá se acercó a mí.
—Denis, tu padre y yo vamos a La Merciana por unos días, encárgarte de Coreen —me dijo mi mamá mirándome, cuando finalizó se marchó.
—Ufff vaya que sorpresa, ya al fin están en paz —musité.
Me dirigí al patio supuse que Lester y Coreen estaban allí. Y así fue, estaban conversando como siempre.
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Editado: 11.04.2024