Capítulo 9

—Creo que tienes razón —dijo Lester.

—Tenemos que consultar con Alvaro sea como sea, él tiene que saber —recomendé.

Lester me miró.

—Con lo orgulloso que él es. ¿Crees qué él te querrá hablar?
—espetó.

—No queda de otra que intentarlo, investiga dónde está Alvaro y viajaremos a Inglaterra —demandé.

Lester trago saliva, lo noté tenso, de hecho no le agradó mis palabras. Me acerqué a él para suavisarlo sentándome a su lado.

—Lester por favor, si es pelirroja como tú dices, no te negarás, dime querido alpha —apoyé mi cabeza sobre su hombro, él sabía que yo tenía razón. 

—Lo intentaré —respondió.

—Gracias.

Después de unos minutos me aparté de él.

—Lester yo creo que ella aún te ama sólo que se encuentra confundida —comenté.

—¿Tú crees? De todos modos no pienso perdonarla —dijo Lester.

—No es lo mismo perdonar que regresar —aclaré.

—No hablemos se ella por favor —pronunció Lester.

Aparté mi cabeza de él, inclinándome hacia el mueble.

—Lester sabes que confió en ti y que jamás dejaría que nuestra amistad sea rompida por nada en el mundo, tengo muchas cosas que agradecerte —pausé, observaba su espalda, no sé por qué pero me llamó la atención —. Coreen sospecha algo sobre nosotros, me dijo que te ha visto varias veces salir de mi habitación en algunas madrugadas.

—¿Eres consciente de lo que hemos hecho después de tomar alcohol en tu habitación? —me preguntó —. Tu madre me hizo algunas preguntas hace días creo que es más que obvio y no negué nada.

—Pues no hay nada más que hablar con ellos, ya lo saben —continué —. Entiendo que aveces te pongas celoso pero recuerda que sólo somos amigos con derecho por ahora, aún no he podido borrar de mi mente y mi corazón a Alvaro, sé que te duele y que tienes miedo de que algún día volvamos.

—No tienes por qué decirlo, te conozco perfectamente y puedo adivinar de que sí podrías volver con él —mencionó Lester.

—No lo sé.

Vimos a Coreen que venía de la calle, se asustó cuando nos vio, caminó hacia nosotros sin dejar de mirarnos.

—¿Sucede algo? —preguntó Lester a Coreen.

—No, es que... —¿Denis podemos conversar un poco? —me preguntó.