Capítulo 18

—¿Entonces me desprecias? ¿Eh? Dime vamos habla —demandó.

—No te desprecio, sólo que repudio los actos satánicos que practicas —le respondí.

—No soy satánico —aseveró.

—¿Ah no? ¿Entonces que eres? ¿Batman? —le cuestioné.

—Soy quien soy y lo sabes muy bien —espetó.

—¿Un licántropo asesino? —cuestioné.

—Dejémonos de cuestiones absurdas y vamos al grano, todavía recuerdo la última vez que vine aquí y vi a Lester en tu habitación, eso sí merece un reproche —sentenció.

—Te dije muy bien como fueron las cosas y tú como un cobarde te marchaste —le reproché.

—Tuve cosas que hacer —dijo con suavidad.

—Creo que debiéramos de hablar los 3 —recomendé.

Su rostro cambió, mostrando un semblante incómodo.

—No tengo nada que hablar con ese tipo —espetó.

—Creo que si regresas con Magna... —me interrumpió.

—No tengo interés de volver con ella —contestó duramente —. ¿Acaso lo que quieres es que es el camino libro con Lester? Vaya brillante idea.

—No, no es eso —contesté.

—¿Ah no? ¿Entonces qué es? —cuestionó.

No creí haber dicho eso. 

—Alvaro supongo que sabes que Magna intentó matarme —le recordé.

—Sí, lo sé pero supongo que Lesrer te está cuidando muy bien —pronunció.

—Siempre lo ha hecho —confirmé.

—Ah, que maravilla. Entonces él mismo que te ayude a librarte de Magna —dijo.

—No digas eso, tú la conoces más que yo, tú podrías ayudarme también —miré hacia la ventana.

—El problema es que no tenga ni más mínima idea, la única solución sería que algún día amaneciera con la boca llena de moscas —planteó eso de una manera ruda.

—No seas tan cruel, ve por ella conquístala —le recomendé.

—¿Ir yo con esa traidora? ¿Ni lo sueñes? ¿Por qué no le dices eso a ese traidor que tienes como novio? —cuestionó.

—Lester no es un traidor, ni mucho menos es mi novio —le respondí.

—Ah, entonces... ¿Amante...? ¿Esposo? —cuestionó.

Rodé los ojos.

—No, así que toma mi consejo —dije.

—Dime algo —se acercó a mí, parándose del sofá y sentándose en el piso delante de mí —. ¿Todavía me amas?

Creo que esa pregunta no hacía falta, mi silencio me ahogaba en mis pensamientos.