Denis entre lobos 2

Capítulo 60


Después de cenar nos pusimos a ver televisión, en un momento de anuncios comerciales, Ana se me acercó. 

—¿Te acuerdas el día en que tú y tu hermana salieron de noche? 

Como no recordarlo. 

Asentí. 

—¿Por qué no lo hacemos entre todos?

—Ana de por Dios —le reproché. 

Arrugó la cara.

—¿Qué tiene de malo? A ustedes no les sucedió nada —reclamó Ana. 

Resoplé frustrada. 

Carmen apagó la televisión.

—¿Qué sucede? —cuestionó Carmen. 

Me froté la frente por un rato. 

—Nada señores, nada —contestó Ana. 

Luego tomé a Ana por el brazo y la llevé hasta la sala de estar. 

—Ana. ¿Estás loca? La vez que tú viste que Coreen y yo salimos se nos aparecieron lobos por el camino.

—¿Lobos a hombres lobos?

—¿Haz conocido algún hombre libro? —le pregunté curiosa.

—Algunos. 

—Entonces ¿quieres encontrarte alguno? No creo que tengas necesidad de eso. Leo es uno —le confesé.

Me miró extrañada.

—Denis, no estés bromeando conmigo.

—No es broma Ana y hablando de eso... Osman es un vampiro.

—¿Qué?

—Lester y Paulo también. 

Ana se quedó anonadada mientras yo sólo sonreía, me aparté de ella y me siguió.

—Denis entonces estamos entre hombres lobos y un vampiro. 

—Qué dirá Lora —no seguí conversando porque Lester se apareció ante nosotras.

—¿Qué pasa? —cuestionó.

—Nada cariño —le respondí. 

Ana cruzó los brazos. Para tranquilizarla un poco, decidí en mi mente planear un viaje rumbo a un río. 

—Ana vamos a un río mañana. Esa sería una mejor idea. Comunícale a los demás.

Lester nos miraba extrañado y curioso. 

Ana asintió y se retiró dejándonos solos, luego me coloqué al frente de Lester y le di un beso largo. Luego sentí sus labios moverse haciendo que nuestros labios se unieran. En un rato nos despertamos y nos retiramos a dormir. 

—Lester. ¿Qué opinas de Osman? Te dirijiste a él un poco extraño —indagué luego de cerrar la puerta.

Lester se sentó en la cama y sólo me miraba, me quedé de espalpa pegada a la puerta esperando una respuesta de él. 

—Denis te voy a ser sincero. Yo lo sé todo —se sinserisó conmigo —. Aquel vampiro anda tras tus huesos al igual que el otro.

—Atrás de mí andan mucho —sonreí. 

—Y yo no dudaría que el principal motivo de su estadía sería por tu causa.

—No del todo, siempre es bueno conocer y saber. Pero Osman tiene como una obsesión con Magna. 

—Me haría el favor si le chupara la sangre a esa bruja.

Me reí.

—¿En serio?

Asintió. 

Esa noche dormimos abrazados como lo éramos dos enamorados.




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