Capítulo 62

Mi hermana pasó el transcurso de la semana llamado, yo ignoraba por completo. Tuvimos una semana dónde nos relacionamos bien, la relación entre Lester y yo mejoró. Los demás tuvieron tiempo en conocerse mejor. Cuando retornamos a mi casa, Coreen me miraba con Odio. 

Al siguiente día se paró en enfrente de mí con su fin de protestar. 

—¡¿Yo no soy tu hermana, verdad? 

Rodé los ojos.

—¡Contéstame Denis!

—¿Qué demonios quieres que te diga? —cuestioné entre dientes. 

—¡Me dejaste! 

Me sentía agobiada por eso. Era mejor callar que seguir conversando con ella.

—Está bien no me hables Denis —se alejó.

Sentí a alguien detrás de mí, luego me sentí apretada por esa persona. Tuve dudas de quien pudiera ser. Osman solía hacerme eso, me quedé quieta esperando a que quien estuviera detrás de mí hablara, pero no hablaba. 

—Necesito ir al baño —pronuncié.

Las manos que me sujetaban se apartaron de mí, y me voltée a ver quien era. Mi mirada se topó con la de Lester. Me pareció extraño de parte de él, porque quien me hacía eso era Osman. 

—Vengo en seguida —dicho esto me giré con dirección al baño, y percibí de que Lester me estaba siguiendo.

—¿Hasta para ir al baño me sigues Lester? 

—¿Por qué no puedo seguir a mi novia?

—Ya eso es muy tóxico. Ve a consolar a mi hermana.

Entré al baño a realizar mis necesidades, luego salí y Lester me tomó de brazo guiándome por toda la casa hasta llegar a su auto, me hizo abordar con él y me llevó al cine. Allí vimos una película romántica. Y luego me llevó a un centro comercial, después de divagar indecisos nos sentamos en un banco. 

—Lester estás muy cariñoso hoy —le dije extrañada.

—No debería de sorprenderte —me contestó —. Tú te haz perdido de muchas cosas. 

—Estoy empezando a creer que eres un egoísta Lester. 

—No lo soy Denis, solo que tú te haz empeñado en realizar otros planes. 

—Aún dices lo mismo Lester —respiré —. ¿Sabes que he pensado? Desde que cumplí los 18 he querido vivir sola. Por diversos motivos no pude realizarlos, pero creo que ya es tiempo. Esta vez no llevaré a Coreen y de seguro se enojará.

—¿Todavía piensas en eso? 

Asentí.

—Tú estás muy apegado en mi familia Lester —pausé —. E inclusive mucho más que yo. 

Me sonrió.

—Como no estarlo. 

Pasamos el resto del día, de sitio en sitio. Al parecer quería estar fuera de casa y recordar viejos tiempo.