Denis entre lobos 2 (libro2) Serie: Denis

Capítulo 19

—Vamos, contéstame Denis —se arrodilló encima de mí posó  sus manos sobre mi cara.

Mis ojos se cerraron involuntariamente, permitiéndome sentir sensaciones, haciéndome llegar hacia los primeros días que lo conocí. De repente sentí sus labios sobre los míos luego haciendo corresponder aquél beso. 

Me aparté de él pero él volvió a besarme. Luego me volví a apartar y él no prosiguió

—Tuvimos un romance tan corto —musité.

Él asintió. 

Me acerqué a sus oídos a susurrarle algo cuando me aparté, él estaba pensativo dio vueltas hasta que aceptó mi proporción.

Al día siguiente...

En la mañana antes de Coreen partir hacia la escuela entró a mi habitación, la vi curiosa como que quería decirme algo pero no hayaba como.

—¿Qué te sucede hermana? —le pregunté.

—Sólo vine a verte —me respondió.

—No parece, te conozco bien hermana, sueles entrar y andar de aquí para allá cuando quieres saber algo —le recordé.

—No, son sólo ideas tuyas, me voy nos vemos cuando llegue de la escuela —contestó.

Asentí.

Coreen mi hermana la conocía perfectamente. Luego entró Lester. Se sentó al borde de la cama.

—Buenos días —sonrió.

—Buenos días —repetí.

—¿Cómo amaneciste? —me preguntó.

—Bien, gracias —respondí.

—¿Quién estuvo aquí anoche? Vine a tu habitación varias veces y no te vi, me rendí a quedarme a mi habitación —mencionó.

—Después hablaremos de eso, no tiene importancia —contesté.

Miré hacia el fondo de mi habitación. Lester se levantó, dejó mi habitación. Pensé cada detalle lo que había ocurrido anoche, tenía varias interrogantes en mi cabeza.


En el atardecer...

Sofía, Lora y Ana me visitaron, contándome las nuevas cazas que han capturado en estos últimos meses. 

—¿Por qué no vamos a Verlmont otra vez? —cuestionó Sofía.

—¡Siii¡ —gritó Ana.

—Pero esta vez sólo nosotras chicas —sugirió Lora.

—Chicas, a ver si es para sus ligues no, mis padres no apoyarían eso, mejor alquilen en algún lugar —sugerí.

—Pero que mala onda es tío —contestó Sofia.

—Perfecto —dijo Ana.

—Y creo que no... —pausó Lora.

Lester había abierto la puerta y entró a la habitación. Se sentó a mi lado. Llamó la atención de las chicas. Clavando sus miradas a él.




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