Capítulo 21

Al día siguiente...

Como de costumbre Lester solía ir a mi habitación en las mañanas. Lucía relajado como siempre. Me había dicho que renunciaría a su trabajo y me sugirió hacer lo mismo. Pues yo lo había animado, esa mañana fuimos los dos a la empresa a renunciar.

Cuando íbamos llendo al área de recursos humanos nos topamos con Lorenzo. Lester nunca había palabras con Lorenzo y vi como se enojó por la sonrisa ancha, el abrazo y el beso largo en la mejilla que me dio Lorenzo. 

—Lorenzo esta es la última vez que nos veremos vengo a renunciar —le dije.

Su sonrisa se borró de su cara.

—Pero... ¿Por qué te vas? Te voy a extrañar —me dijo.

Lester interfirió. Tomó mis hombros empujándome a avanzar.

—Lo siento tenemos que irnos —mencionó tajante.

—Te escribo por whatsapp Lorenzo —le dije a Lorenzo.

—Te espero —contestó Lorenzo.

—¿Cómo qué le vas escribir a ese tipo? —me interrogó en un tono algo cerca de oído.

—Es mi amigo de trabajo, aveces lo odio pero él es muy buena gente —le respondí.

—Pero si ese fue el tipo que te besó en la cafetería y... —espetó.

—Lo sé pero no importa y ya cállate —lo corté.

—Vamos a entrar deja tus berrinches para después.

Entramos y procesados nuestra solicitud. Cuando íbamos montados en el auto para regresar a casa había recordado algo. 

—Lester yo quiero ir a Verlmont pero no sé si tú querrás ir —dije mirando a través del vidrio.

—Vamos —pausó —. ¿Pero no te gustaría ir después cuando estés más recuperada?

—No, quiero hoy o mañana —respondí.

Lester estaba sorprendido y estaba dispuesto a acompañarme. Tomé las llaves de la casa de campo sin que mis padres se dieran cuenta. Mi papá no solía tocarlas al menos que se realizara un viaje, él no permitía que nadie fuera allí sin él. Era muy autoritario. Le dijimos que íbamos a ir Berg una ciudad campestre cercana. 

Coreen estaba un poco inquieta sino hubiera sido por la escuela hubiera venido. Pero a fin de todo merecíamos un buen descanso. Extrañaba el aroma y el sonido de los pájaros del campo.