Denis entre lobos 2 (libro2) Serie: Denis

Capítulo 23

—¡No te creo nada! ¡Mentiroso! —gritó Alvaro —. Por tu culpa ya Denis no me ama.

—No es así —negó Lester.

—Dejen de hablar disparate en medio de la calle —mencioné —. Tú Alvaro si te quieres morir en el alcohol pues muérete.

—Claro Denis, si tu lo que quieres es... ¿Cómo diría yo? ¿Navegar entre las sábanas? Usen condón por favor —comentó con sarcasmos.

Rodé los ojos.

—Míralo Lester, él está convertido en una mierda —pronuncié.

—¿Lo llevamos o lo dejamos? —me preguntó Lester.

—Llevémoslo no creo que nos haga daño, no puede ni con él mismo —le respondí.

—¡No voy para ningún lado con ustedes! —exclamó Alvaro.

Lester y yo lo sujetamos en contra de su voluntad y lo subimos al auto. Durante el trayecto iba diciendo incoherencias, Lester y yo lo ignoramos. Cuando llegamos a la casa de campo lo demontamos y lo subimos a una habitación llevándolo al baño, hicimos el intento de entrarlo en la bañera con fuerza sí pero lo logramos, le quitamos la ropa luego le dio una mala mirada a Lester.

—Lester por favor retírate, yo me encargaré —le dije, Alvaro sonrió mostrando sus dientes u Lester abandonó el lugar un poco molesto.

—Dame un beso —curvó sus labios.

—Yo no me beso con borrachos —le contesté.

Me levanté a abrir la tubería por donde el agua corre. La tina se iba llenando mientras Alvaro no dejaba de mirarme y hacerme miradas coquetas.

—Quédate ahí espero que no te ahogues —argumenté.

Salí del baño a buscar una de las pastillas que tengo para la resaca y agua. Retorné al baño y se la di. Luego lo ayudé a salir, este se secó y lo dejé acostado. Bajé a la sala y vi Lester incómodo.

—Quita esa cara de mal genio —le reproché.

—Yo lo hubiera dejado tirado —contestó.

—Entiendo tu actitud pero lamentablemente no podía dejarlo así, ya verás que mañana se irá y no molestará —pronuncié.

—¿Cómo estás tan segura de eso? —preguntó.

—Es algo que debemos de hablar, pero yo... —pausé —. Me gustaría irme de viaje por un tiempo. Podría ser un año.

—¿Pero por qué? ¿Es por Magna? —cuestionó —. Sí, es así, yo te acompaño, el tiempo que sea.

—No, quiero estar sola —le respondí.

—Entiendo tú decisión—dijo mirando hacia el suelo.

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.