Capítulo 31

Carmen no dejaba de mencionar el día anterior se estaba muriendo de nervios, yo no paraba de reírme. Parecía una adolescente pensé que no había superado esa etapa. 

—Carmen ya que conoces mi historia —recalqué, está posó su mirada en mí —. ¿Te atreverías a vivir un romance con el hombre lobo?

—Si tiene buen carácter y buenos sentimientos sí —me respondió.

Solté el bolígrafo que tenía en mi mano.

—¿Te diste cuenta del otro chico? Parece que le agradé —pronuncié.

—No me di cuenta, estaba muy nerviosa —sonrió.

—Tienes que respirar hondo, relajarte amiga —le aconsejé.

—Vamos al gimnasio hoy, veremos la forma de cómo llamar la atención del bombón que tanto te gusta —sugerí.

Asintió.

—Amiga ¿todavía no haz hablado con Lester? Creo que si le dices las razones el por qué estás aquí él podría buscar una solución o algo, no sé —me aconsejó.

Exhalé e inhalé aire.

—Eso mismo me ha dicho mi amiga Helen, trataré de ponerme en contacto con todos, pero... —pausé —. Será mañana ya que hoy vamos a salir tu y yo.

Horas más tarde....

En el gimnasio había mucha gente, conversamos un poco en recepción con la chica de turno, la pobre se martirisaba observando a los musculosos y a puestos hombres que asistían.

—Me imagino que trajiste algo para ponerte —indagó Carmen.

—No, voy a comprar algo ahora, ve cámbiate en lo que yo lo compro, será aquí mismo —me marché.

Cuando retorné a la recepción, observé al joven que vi al otro día con el bombón que se derrite Carmen. La recepcionista Sandy me vio y me llamó, estos me miraron.

—¿Qué sucede Sandy? —pregunté.

—Carmen te espera en el área de aeróbicos —contestó.

Asentí.

Los hombres se retiraron.

Me asomé a recepción colocándome cerca de Sandy.

—Oye. ¿Conoces a aquellos hombres que estaban aquí? —me susurré.

—Un poco. ¿Por qué? —preguntó.

—¿Cómo se llaman? —cuestioné.

Puso sus dedos sobre la hoja de registro. Guié mi mirada sobre su dedo.

—Paulo y Leo —sonreí.

La miré.

—Gracias, adios —me marché.

No hacía falta preguntar quien era quien porque por orden pude ver quién firmó primero.