Denis entre lobos 2 (libro2) Serie: Denis

Capítulo 48


Bilbao; Portugal

Meses después...

Mi madre ya había dado a luz y logré planear con Paulo, Leo, Carmen y Osman viajar a Bilbao. Estuvimos por una semana juntos en la ciudad, el domingo de esa misma semana llamé a casa, mi familia no sabía de que yo había llegado. 

—Bueno —contestó Coreen.
—Hola hermana, ¿cómo estás?
—Muy bien. ¿Y tú? ¿Cuándo vienes?
—Muy pronto Coreen. 
—Espero que ese pronto sea mañana. Te haz desaparecido. ¿Por qué no estás con la familia? ¿Qué te sucede?
—No pienso hablar de eso.
—Ah, ¿entonces dejarás que Lester se enamore de una resbalosa?
—En ese caso no me opondría. 
—Bruta. 
—Adiós hasta luego. 

Colgué. 

Salí de mi habitación del hotel a buscar a Carmen, pero no se encontraba. Bajé el ascensor hacia la planta baja y me abandoné el lugar llegando a un centro comercial sola. Me quedé en un centro de comida rápida observando los alrededores, luego visualicé a alguien que conocía por el cristal que me quedaba a mi izquierda. Dejé mi mirada fija hacia esa persona. Me faltaron ganas para levantarme y me quedé estática en ese lugar. Luego mi móvil sonó y visualicé el nombre de Osman, procedí a tomar la llamada.

—Dime.
—¿Por dónde andas Denis?
—Ufff, bien lejos.
—No me digas que te fuiste a Azores sin mi.
Reí.
—No. Estoy en Bilbao aún.
—¿Dónde estás Denis?
—En un centro comercial Osman.
—¿Por qué no me dijiste? Te hubiera acompañado. 
—En otra ocasión Osman.
—¿Será qué podría yo ir ahora?
—Estoy en el centro comercial más cercano. Ven si quieres.
—Claro que quiero Denis.
—Estoy en el restaurante de la primera planta.
—Allá voy.

Colgué. 

Esperé durante una hora a Osman. Me imaginaba rociándose de perfume. Y verificando que ropa le quedará bien o mal. Lo vi venir radiante con un aire de cazador. Pero cazador de mujeres. Vino a mi y me sonrío sentándose en frente de mí. 

—Vaya Osman. ¿Te habrás conseguido alguna chica?

—No. La única chica que yo quisiera es la que justo en frente de mí.

—Te conseguiré una novia, si lo deseas.

Alzó una ceja.

—Ese no es el trato Denis. Yo quiero que tú seas mi... 

Me quedé esperando que terminara la frase, pero no dijo nada. Entonces decidí romper el hielo.

—Me gustaría tenerte de cuñado.

—¿Qué idea tan loca es esa que tienes en la cabeza?

—No son ideas locas o quizás te podría conseguir alguna amiga mía —le sugerí. 

Rodó los ojos. 

—No me mires así Osman.

Duramos un muy buen rato charlando. Quería sacarle de la cabeza a Osman de mí.




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