Denis entre lobos 2 (libro2) Serie: Denis

Capítulo 58


Al otro día llevé a Osman y a Leo frente a Ana y Lora. Antes de eso analicé sus características, actitudes y gustos. Llegué a la conclusión de que Lora se vería mejor con Osman y Ana con Leo. De hecho lo organicé para evitar problemas con Lester, pero pensé que podría salir dos hermosas parejas de esto. Coreen no se encontraba en casa, mientras que yo observaba como se acoplaban entre todos. 

—¿Por qué no salimos a andar? —cuestionó Ana.

—Buena idea —contestó Leo —. ¿A dónde iríamos?

Ana me miró y yo sabía que lugar ella iba a elegir.

—¡A una casa de campo! —gritó Ana.

—Verlmont —sentenció Lora. 

—Coreen no vendrá tendrá que quedarse por si mamá necesita algo —aclaré. 

—Uy se enojará —comentó Lora.

—No me importa. Vamos preparen las maletas nos vamos hoy mismo, antes de que mi hermana llegué.

Me moví del lugar para buscar a Carmen, y a Paulo que estaban en la habitación, les comuniqué de nuestro pequeño viaje. Luego le informé a mi mamá de que volveríamos en una semana. Llegué a la habitación, y le ordené a Lester preparar rápido su maleta. Preparé mis maletas y nos marchamos. 

Alquilamos una casa de campo por una semana. Aquel lugar que tanto me gustaba donde conocí y Álvaro y vi a Lester por primera vez. Por lo menos Osman me hizo caso y no se acercaba mucho, luego llamé a Carmen para que hablar a conmigo, la llevé conmigo a las afueras de la casa. De lejos visualicé a Lester observándome, evité mirarlo para concentrarme en lo que le quería comentar a Carmen.

—Pues bien Carmen —respiré profundamente —. Creo que voy a tener que quedarme. Lester no quiere irse conmigo a Brasil. Se empeña en lo mismo de siempre. Me dice constantemente de que yo no confío en él.

—Denis te voy a extrañar, coincido con Lester. Quizás debas de darte una oportunidad. En el fondo percibo de que tienes miedo. Además recuerda que el amor es mejor aprovecharlo cuando se tiene una oportunidad, porque en un futuro se podría perder.

—En eso mismo estuve pensando. Pero aún siento miedo. 

—Sólo te digo que no descuides a Lester —me recordó —. Aprovecha. Si ves que no puedes soportar, entonces te regresas otra vez. 

—Quien lo diría —reí —. Tú dándome consejos a mí, después de que te alenté tanto por Paulo.

—Tenía miedo Denis, sólo era eso. 

—Vengan, mudanse aquí —le sugerí —. Los esperaré con los brazos abiertos. 

—Me haz dado buena idea Denis. 

Sonreí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.