Dentro De La Máscara de Papel.

Mi Cuarta Cita. Parte. – 2.

Llega el día de su cita, ella se había preparado con ansias para esta noche, buscó la mejor ropa para verse bien, se solto el pelo, que apenas llegaba a los hombros, se llenaba de perfume, una vez que había terminado se va hacia el lugar acordado, al llegar se sienta en una banca a esperar, le dejo tiempo a la imaginación, se preguntaba si vendría, si estaba bien que fuera, si estaba vestida rara, si quedaba mal haberse soltado el pelo, muchas de las preguntas que llegaban a su cabeza sin permiso, su inquietud se calma al ver que Juan se acercaba, se sentía nerviosa, se pone de pie para saludarlo mientras baja su vestido.

-¿Perdón, esperaste mucho?.

-No importa, no te preocupes.

-Te soltaste el pelo.

-¿Me v-veo rara?.

-No, te queda muy bien.

Ambos se van hacia una cafetería, al llegar toman asiento y piden, comienzan a conocerse más que la última vez que salieron, ella levanta la mirada y ve que Joaquín entraba con una chica tomado del brazo, un gusto amargo de ira le llegaba hacer presencia, ellos dos pasan por su lado.

-Que casualidad, no sabía que ustedes también venían a este lugar.

-No creo que haya sido casualidad Joaquín.

-Nos vemos, nosotros estaremos sentados allí.

Ambos se van dejando aún más enojada a Isabella que no lo podía ocultar. Los minutos pasaban y ella no podía dejar de mirarlos, la inquietud de esa pobre muchacha siendo usada la atormentaba, ella tenía la ilusión de salir con Joaquín, pero no se daba cuenta que la estaba usando para espiarla, es lo que ella reprimía en su cabeza, se forzaba a prestarle atención a Juan, no quería arruinar el momento, quería conocerlo más, los minutos avanzaban y ella se iba despejando y se concentraba en él, se reía, disfrutaba de su compañía.

-Sabes, solo había salido tres veces con chicos.

-Asi que yo soy el cuarto.

-Exacto, todo me había salido fatal, quería ser realmente yo, pero así los ahuyentaba, al conocerme ellos se alejaban de mi.

-Yo no me voy a alejar, no te conoceré lo suficiente, pero espero hacerlo.

Ella se pone de pie al ver que Joaquín se va hacia el mostrador, lo sigue y se pone a su lado.

-¿Quien te dijo donde estaba? Y no se te ocurra mentirme, más vale que me digas la verdad.

-Tu mamá.

-No le cuento más nada a esa mujer, ¿A que estás jugando?.

-A nada, solo tengo una cita con una chica.

-¿Derepente decidiste salir con alguien?, después de haber rechazado a tantas, justo el día de mi cita sales con ella, la estás usando, te aseguro que ella no lo sabe.

-Ella sabe perfecto por que está aquí, ¿Tu a qué estás jugando? ¿A buscar tu príncipe? ¿A hacerme enojar? ¿A ponerme celoso? Lo lograste, lo estoy, conmigo no quisiste salir y con esa bestia si.

-Yo no voy a salir con alguien que está usando a las chicas para su propio beneficio, que además se burla de mi.

-Nunca me burle de ti, todo lo que digo es verdad.

-Claro, después de haber rechazado a incontables chicas decidiste jugártela por mi, la machona de la escuela, la rara, así ya tienes tu colección completa, te conozco desde que nacimos, se como eres con las mujeres, y estaba vez no voy a dejar que te salgas con la tuya, esa chica tiene que saber, si no se lo dices tu, se lo voy a decir yo.

Ella se va del mostrador y se sienta enfrente de esa chica, Joaquín intenta frenarla, pero no lo logra.

-¿Perdón, me llamo Isabella, y tu?.

-Me llamo Yamila.

-Tengo algo que decirte, este pervertido que te invitó a salir en una cita solo lo hizo para poder espiarme a mi, es muy cruel que te lo diga, pero mereces saber el porqué estás aquí.

Ella solo pronuncia una sola palabra.

-G-Gracias.

Su tono de voz era raro, se sentía que intentaba no llorar, ella la nota rara, comienza a percibir un aroma familiar, confiada la toma de los pelos y los levanta hacia arriba, su sospecha estaba acertada, era Yamil quien se había vestido de mujer para ayudar a Joaquín.

-¡¿Que carajos?! ¿Por que te vestiste de mujer?.

-Yo no debería estar aquí, era Alma, perdí en piedra, papel y tijera, por eso me tuve que vestir de mujer, ¡¡¡AHHH!!! Maldita sea.

-¡Idiota! ¿Enserio Yamila? ¿No se te pudo ocurrir un nombre mejor? Me dijiste que habías ensayado tu voz!.

-Me puse nervioso, que esperabas, nos estaba descubriendo.

-Los dos son únicos, malditos pervertidos, ¿Podrían irse al menos?.

-S-Si, claroque si.

-No

-¿Por que no Joaquín?.

-Por que ys ordenamos las pizzas, además no me voy a ir y dejarte con ese pervertido.

Yamil lo agarra y se lo lleva a la fuerza dejando a Isabella sola con aquel muchacho.

-Idiota, ya encargamos las pizzas, LAS PIZZAS.

-Ya las busco y las llevamos.

Las cosas se habían calmado, pudieron conocerse más de lo que esperaban, ella por fin podía poner toda su concentración en él, podía memorizar cada palabra, cada gesto que hacía, el ambiente se llenaba de risas que salían sin ser forzadas, al fin alguien se daba tiempo para conocerla y ver más allá que lo presentaba a la vista.

Alex M. Martínez




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.