Dentro De La Máscara de Papel.

Siete Segundos. Parte. ‐ 1.

Joaquín camina junto a Yamil hacia el lugar acordado de la cita.

—No puedo creer que hayas aceptado.

—No me hagas que me arrepienta.

—Gracias, en serio, eres un gran amigo.

—¿Ahora te pones sentimental?.

—¿No puedo demostrar que quiero a mi amigo?.

—No.

—Solo una vez.

—No, para que decirlo si ya lo sabes, te quiero.

Él posa su mano en la cabeza, toda esa escena se ve interrumpida al oír los gritos de alegría de Rocío que los estaba observando.

—Lo sabía, hay algo entre ustedes.

—Oh no, Joaco nos descubrieron, ¿Qué debemos hacer? Creo que es momento de blanquear nuestra relación.

—¿Podrías dejar de hablar en ese tono?.

—Ahh, que emoción, dense un beso por favor.

-Claro...

—Claro que no.

Joaquín empuja la cara de él hacia atrás.

—Deja de jugar con ella, le va a dar un colapsó.

—Rocío dame la billetera, si no, no puedo pagar.

Isabella hacia presencia en la escena con esa oración .

—¿Isabel?.

—Que es Isabella tonto, ¿Qué hacen ellos dos contigo?.

Joaquín se acerca a Isabella mientras fijando mirada para darle a entender que sus palabras se dirigirían a ella nada más.

—¿Qué haces tú aquí? ¿Acaso estás planeando espiar mi cita? ¿Estabas tan celosa que no pudiste aguantar las ganas, verdad?.

—¿Qué? Me importa un carajo como salga tu cita boba, yo voy a salir por mi cuenta, tú haz lo que se te dé la gana, a mí no tienes por qué darme ninguna explicación, vámonos Rocío.

Rocío antes de irse le toma varias fotos a ambos y se va junto a Isabella.

—Cada vez que ustedes se ven es intenso el ambiente.

Ambos llegan a un parque donde esas dos chicas los esperaban, al llegar la cita de Joaquín se aproxima a el rápido y lo toma del brazo.

-Hola, no puedo creer que tenga una cita contigo.

—Si, yo tampoco.

–Me llamo Pamela.

—¿Bien, que hacemos Joaquín? ¿A dónde vamos?.

—Quiero ir al shopping, quiero caminar junto a Joaquín.

—Bien, está decidido entonces, vamos allá.

Al entrar al lugar Pamela se lo lleva a la fuerza a ver ropa, cada vez que pasaban por un puesto ella trataba de quedar a solas con Joaquín, ella se probaba ropa y hacía que él la viera y le diera su opinión, luego de recorrer varias tiendas se cansa y deciden comer, llagan al patio de comidas, toman asiento lo más alejado del grupo de gente que se encontraba en el lugar.

—¿Y bien, dime Joaquín, por qué no tienes novia aún?.

—Porque no quiero, no me gusta ese tipo de relación.

—Tal vez todavía no encontraste la indicada, capaz sea yo y aún no nos demos cuenta.

—No creo, no te conozco.

—Entonces conóceme, yo abro mi personalidad contigo.

Ellos se pasan varios minutos hablando, tratando de conocerse, de abrir esas ambiciones para llegar a sentirse más cercanos.

—¿No se preocupen, pagamos yo y Joaquín, verdad?.

—Si, nosotros pagamos.

—Ay gracias, chicos, son muy caballeros.

Los cuatro se ponen de pie y siguen caminando.

–Gracias por haber invitado a Joaquín.

—De nada.

—La personalidad de mi prima cambio con él, nunca la había visto tan alegre y emocionada.

—Las personas cambian al conocer la indicada, eso dicen.

—Es cierto.

Isabella estaba con Rocío en el shopping comiendo, no dejaba de comer, ponía toda su concentración en eso, se quejaba, pero no se le entendía debido a que hablaba con la boca llena.

—¿Hasta cuando vas a comer?.

—¡Hasta que me llene!.

—¿No estarás preocupada por la cita de Joaquín?.

—¡¿Qué?! ¿Preocuparme por ese idiota, engreído, tonto e insensible? No, estás equivocada Rocío.

—Por más que digas que no, yo sé que estás preocupada por como saldrá la cita, te conozco lo suficiente para darme cuenta de que estás preocupada

—¿Qué dijiste?.

—Nada importante.

—Siempre hablas en voz baja, eso me molesta, a veces no te escucho para nada.

Ella ve que detrás de Rocío pasaba Joaquín junto a Pamela, él estaba con una sonrisa, parecía feliz con la compañía de ella, esto hizo enfadar aún más a Isabella.

—Maldito insensible.

Comenzaba a comer y a tomar más de lo debido. Luego de comer ambas salen del shopping hacia afuera, Isabella caminaba con dificultad debido a que había comido muchas cosas variadas, tenía un dolor en el estómago insoportable.

—No puedo caminar más, me duele.

—Comiste demasiado tonta, tendrías que haber comido despa...-

Rocío se dio cuenta que ella no le prestó la mínima atención, ya que se distrajo en una vidriera.

—No te distraigas, siempre haces lo mismo.

—Perdón, soy así desde que era una niña.

—No importa, vamos, tenemos que encontrar a Carla.

Ambas caminan hasta verla parada en un pilar a la espera de ellas dos.

—¡Carla!.

Isabella se aproxima a ella y la abraza.

—Me duele la estómago.

—¿Por que? ¿Qué comiste?.

—¿Qué no comió? Mezclo todo tipo de comida, es una tonta.

Carla se va del lugar y vuelve unos minutos después con una pastilla en la mano.

—Tomen esto, tendría que calmarte el dolor.

—Gracias Carla, eres la mejor.

Ella toma la pastilla e inmediatamente el dolor no existía en ella, Carla y Rocío se ríen al ver su reacción.

—¿Ahora que hacemos?.

—Vamos a espiar la cita de Joaquín.

—No vamos a hacer eso Rocío.

—Me parece una mala idea.

—¿Yo sé que quieres espiar a Joaquín para saber cómo va su cita, verdad?.

Rocío se acercaba a Isabella mientras unía las palabras para formar la pregunta.

—No quiero espiarlo.

—¿Verdad?.

—E-E-En serio.

Rocío la hacía poner incómoda mientras la miraba de cerca.

Alex M. Martínez.




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