Siete Segundos. Parte. – 2.

Isabella, Rocío y Carla estaban escondidas en un local mientras observaban con disimulación a Joaquín.

—No puedo creer que estemos haciendo esto.

-Todo esto es culpa de Isa, todo por sus celos.

—Cállate Rocío, tú nos trajiste aquí.

—Suéltame Isa, ellos se están moviendo, tenemos que seguirlos.

Joaquín caminaba junto a Pamela mientras ella lo toma del brazo.

—¿A esas chicas las conoces Joaquín?.

—Por dios, no sirve ni siquiera para espiarme con disimulación, no les des importancia, ya se van a cansar.

—Hagámoslas cansar entonces.

Ella se lo lleva rápido para perder de vista a esas chicas, doblaba cada vez que podía para confundir las direcciones de ellas. Yamil estaba sentado al lado de Milagros, la prima de Pamela, ella estaba preocupada por haberla perdido de vista, intentaba llamarla al teléfono, pero no le contestaba, Yamil estaba nervioso, no había estado tanto tiempo solo al lado de ella, pareció que era su cita, todo gracias a que pamela se lo llevaba a Joaquín por todas partes.

—¿Quieres que vayamos a buscarla?.

—Gracias, pero debes estar cansando de tanto caminar conmigo, es mejor si voy sola.

—No importa, te ayudo, no pierdo nada en caminar unos minutos más.

Él se pone de pie y se pone al lado para irse, pero antes de partir suena el teléfono, era su prima, ella se aleja un poco para sentir la privacidad al hablar, ella se sonroja al escuchar las palabras de su prima, al cortar la llamada vuelve al lado de él.

—¿Qué paso? ¿Están bien?.

—Si, no te preocupes por ellos, están paseando por ahí.

—Menos mal, me alegro de que estén bien, ¿Quieres que disfrutemos nosotros?.

—S-Sí, vamos a caminar.

Pamela y Joaquín se sientan entre medio de toda la gente en unos bancos, estaban cansados.

—¿Qué pasa contigo para hacerme caminar tanto?.

—¿Pero la pasaste bien, verdad? Al menos las perdimos, tengo que decirte algo.

—Te escucho.

—Eres muy lindo, me gusta tu personalidad, eres muy atento y caballero, pero hay algo que aún no te dije, yo esta cita la planee por mi prima, ella gusta de tu amigo, así que lo siento, nuestra cita no existe.

—¿De Yamil?.

—Si, de ese mismo, no sé que rayos le vio mi prima, es muy fría y directa con las personas y le costó encajar, pero ella cambia totalmente cuando está con él, se ríe, se nota lo bien que le hacen las estupideces de él, ella nunca se animaría a invitarlo a una cita así que yo monte todo este acto para que ella tuviera una oportunidad con él.

—Wow, que loco, Yamil le gusta tu prima.

—¿En serio?.

Ella comienza a reírse a carcajadas, ya que sintió que tal vez Yamil no le daría una oportunidad a su prima.

-Así que no te ilusiones conmigo, porque nuestra cita no que es más que un acto.

—Está bien, no te preocupes.

Ella lo abraza con fuerza mientras Isabella los miraba, esto hizo que se enfadara con ella misma y con él, da media vuelta en silencio y se va del lugar en a paso ligero, no quería estar ni un segundo más en ese sitio, al entender esta situación cualquiera creería que estaría triste, pero nada nos lejos que la realidad, ese sentimiento no existía en ella, ya que el sentimiento que la dominaba era el enojo, estaba furiosa, ya que en su mente toda la razón la tenía ella.

—Es por eso que me llevabas a caminar tanto, ahora tiene sentido.

—Perdón, quería que ellos estuvieran solos, ahora eres libre de irte si gustas, me la pasé muy bien contigo, eres una persona estupenda, si algún día te interesaría salir conmigo de una forma más seria y real estaría muy contenta.

—Perdón, pero me gusta otra persona.

—Wow, así que Joaquín, el corazón más codiciado del colegio le pertenece a una chica en especial, nunca pensé que te llegará a gustar alguien, es una lástima, ya me había hecho ilusiones, espero que tengas suerte con esa chica.

Ella se pone de pie y se acomoda enfrente de él.

—Esto es el comienzo de una linda amistad, ¿Verdad mejor amigo?.

—No tomes decisiones por mí.

—Perdón, perdón, ¿Sé que te divertiste conmigo o me equivoco?.

—Si, me la pasé bien.

—Además, puedo ayudarte con esa chica afortunada. Nos vemos en el colegio.

Ella lo saluda con un tierno beso en la mejilla.

—No te preocupes por mi prima, yo la llamo enseguida para avisarle.
Hasta luego mejor amigo.

Ella se va del lugar uniendo sus manos por la espalda, él solo se queda viendo como va desapareciendo mientras se aleja.

Alex M. Martínez.