Dentro de tus ojos, el regreso

Huye Eloise, huye.

Capitulo 18 “Huye eloise, huye”

 

Eloise llegó al aeropuerto, apenas bajó del avión sacó el móvil y vio las llamadas perdidas de Jareth.

Lo llamó varias veces pero no consiguió que la atendiera.

Jareth estaba en el avión sin señal.

Llamó a sus hijos y se dirigió a tomar un taxi hacia la clínica, pero de inmediato reconoció a uno de los guardaespaldas de su padre.

 

¿Cómo supo que vendría?Tiene contactos en todas partes, seguramente en el aeropuerto.¡Maldito!, ¡No permitiré que sepa donde viven mis hijos!Debo evitar que tenga cualquier contacto con ellos, no les arruinará la vida, como lo hizo conmigo.

Sus hijos se habían mudado a un pueblo cercano a Londres -------

Asique rentó un vehículo que le envió una empresa conocida, ella era una buena conductora, y buscaría algún momento para escabullirse.

Su plan era despistarlos.

Mientras tanto Jareth llegó al aeropuerto de Londres.

Observó sus llamadas perdidas, y la llamó.

Eloise escuchaba el móvil vibrar, pero estaba conduciendo y además no quería preocuparlo.

Por el espejo retrovisor observaba el vehículo siguiéndola,

Es Julián la mano derecha de mi padre .

 Estaba decidida a perderlo, pisó el pedal y aceleró, esquivando camiones y autos, pero cerca del pueblo al que iba, había llovido y la calzada estaba resbaladiza.

De repente, un camión se cruzó en su camino cuando ella intentaba adelantarse, y el vehículo de Eloise volcó al costado de la carretera, dando varios tumbos sobre el campo.

El auto que conducía Julián, detuvo su marcha sobre la banquina asustado.

Dio la vuelta y huyó de la escena mientras por su espejo retrovisor observó la explosión del vehículo:

-Carlos me matará –se lamentaba nervioso.

El automóvil de Eloise estaba en llamas, pero un campesino que estaba trabajando con una trilladora  corrió a socorrerla, y la sacó del vehículo justo antes de la explosión.

Su ropa y su cara llenas de humo y sangre…

- ¿Qué pasó?- susurraba mientras el hombre la llevaba en sus brazos.

Luego la colocó en su camioneta  y a toda velocidad la llevó al único médico del pueblo.

El doctor decidió que las heridas eran de gravedad y que la trasladaran al hospital más cercano.

El granjero la cargó en su camiomneta nuevamente y la llevó al hospital que quedaba en un pueblo vecino.

Apenas llegó con ella en brazos les explicó del accidente a los medicos de la guardia, que enseguida la llevaron en una camilla hacia la sala.

-Ustedes quedese en la recepción llenando los papeles del ingreso.

El joven llamado Alex, rubio y joven se acercó al mostrador de recepción, estaba mareado y cansado por toda la situación, enseguida la administrativa de la recepción le consultó:

-¿Usted es el marido de la señora que ingresó recién?

-¡No!. Solo estaba trajando cerca, como ya les expliqué a los médicos de la guardia. Sólo vi el accidente y logré rescatarla antes del que vehiculo se incendiara.

-Está bien,¿ Ella le dijo su nombre o pudo leerlo en algún documento?

-No, como le he contado, todo fue muy rápido, sólo lleva lo puesto.

-Entiendo señor, pero necesito ingresarla con un nombre.

Alex resopla.

-Pongale Lysa - el nombre de su perra-Flyn-su apellido-Lysa Flyn.

Mientras tanto Jareth seguía tratando de comunicarse con ella, pero nadie contestaba.

Su móvil se había incinerado.

Estaba desesperado, sus hijos no sabían nada de ella,  y decidió hacer algo que jamás hubiera querido, les pidió el teléfono de Carlos para llamarlo.

Carlos lo atendió llorando:

-¿Dónde está Eloise? ¡Qué sucede! ¿Qué le ha hecho?

-¡Perdóname! No tengo perdón- gritaba mientras lloraba desconsoladamente- nunca quise hacerle daño…¡ es mi hija!.

Jareth empezó a sentir que el mundo temblaba, pero a pesar de que no deseaba seguir oyendo susurrando le preguntó

-¿Qué le sucedió a Eloise?

-¡Fue un accidente! ¡Julián la seguía! ¡Debe haberse asustado! su vehículo chocó contra un camión y explotó, ¡No quedo nada!-  sollozando- estoy aquí ¡Solo quería hablar con ella!… ¡Solo quería hablar con ella!…-seguía exclamando entre sollozos.

Jareth no llego a cortar el teléfono, este se resbalo de sus manos.

Todo parecía moverse y Jareth comenzó a caminar por el aeropuerto en shock, caminaba sin rumbo, mareado, confundido.

Su lugar no era Londres, Luxemburgo, ni New York,  su lugar era donde estuviese ella, su lugar era ella.

¿Cómo pudo dejarla sola? ¿Cómo seguir sin ella en el mundo?Jareth comenzó a ver todo doble. Comenzó a correr intentando escapar de la pesadilla y despertarse, mientras lo hacía sentía cómo su pecho se cerraba, se lanzó a la carretera frente al aeropuerto.

Los vehículos intentaban esquivarlo, y le llovían bocinazos, hasta que un camión logró frenar antes de atropellarlo, pero Jareth resbaló y cayó de nuca en la calazada húmeda.

Enseguida apareció una ambulancia, y lo trasladaron a un hospital.

 




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