Mi padre interpuso su brazo en el camino haciéndome entender que no me acercara y las demás personas retrocedieron rápidamente hasta estar a varios metros del árbol, por varios segundos nadie hizo un movimiento hasta que un ave se acerco poso sobre una de las pocas ramas que le quedaba intacta a este árbol y tras acicalarse las alas voló nuevamente siguiendo su camino, al todos ver que no sucedió algo con el ave, comenzaron a acercarse lentamente y uno de ellos toco el árbol, pero nada paso. Entre todos los pobladores intentaron inspeccionar el árbol lo mejor que pudieron, pero claramente nadie pudo llegar a una conclusión respecto a lo que estaba pasando ¿Cómo podrían?
Mi padre me hizo una señal para que me regresara a la casa y mi madre se quedó con él, los más jóvenes nos fuimos del lugar y el mas afectado por ello era Mauricio, la curiosidad se le desbordaba del cuerpo, pero como las ordenes eran que nos regresáramos nada podíamos hacer.
La platica termino muy rápido y cada uno se fue para su casa, o al menos eso pensaron ellos, me regrese hacia el jardín rodeando la entrada principal y llegue por el lado oeste por un camino que ya nadie usa al ser difícil de caminar y en ocasiones tener muchos charcos de lodo que dificultan aún más el andar, me puse detrás de unos arbustos lo más cerca que pude, de todos los adultos y esforzándome podía escuchar muy apenas sus palabras.
Ambos se acercaron al árbol, extendieron las manos y lo tocaron. Nada paso, mi madre soltó las manos de mi padre y comenzó a palpar el árbol por lados diferentes al igual que mi papa, hasta que ambos se encontraron con la luz, se miraron fijamente unos segundos y tocaron a la vez la luz, nuevamente nada paso, por si las dudas decidieron acercarse aun mas sin dejar de tocar la luz, pero como antes no sucedió algo. Tras un tiempo no muy largo todos llegaron a la conclusión de que el árbol era inofensivo al igual que la luz y levantaron la prohibición, regresaron al pueblo y avisaron que todo era seguro que, si la gente tenia curiosidad o cualquier cosa podrían acercarse sin preocupación alguna, y que estaba comprobado, justo desde este momento mi padre comenzó a ser respetado al igual que mi madre al haber apostado sus vidas en beneficio del pueblo y sin pedir nada a cambio.
De vuelta al presente, me encontraba aun caminando hacia el árbol, todo estaba en cámara lenta de toda la emoción que pasaba por mi cabeza, esta vez las ramas, raíces o rocas que estaban por el suelo no serian un impedimento para lograr mi cometido y caminando con toda la seguridad del mundo llegue hasta mi meta o mas bien, llegue justo frente de la meta, extendí la mano nuevamente como siempre hacia pero ahora nada me detendría mi corazón latía tan rápido que pensé que se me saldría del pecho, mis piernas se tambaleaban y estuvieron varias veces a punto de hacerme caer y mi sudor recorría mi cabeza, mi cara y se resbalaba por mi pecho hasta llegar a la cadera. Lo toqué, al hacerlo sentí que todo el mundo me observaba, las luces del cielo bailaron y la luz del árbol se volvió cada vez mas tenue hasta que concluyo, y todo termino cuando la adrenalina de mi cuerpo termino de hacer efecto y me di cuenta de que como aquella vez un tiempo atrás. Nada pasó.