CAPÍTULO 15

EN LOVELY DÍAS DESPUÉS DE QUE CLAVER SE FUE AL BOSQUE.

FELIZ LECTURA AMIGOS!

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La reina Leticia estaba tan enojada con su esposo hechicero y vidente más leal que cualquier persona en el castillo, pero por primera vez había fallado a su encomienda; que haya un cambio de planes a último momento era el fallo más grande para ella, sobre todo cuando se trataba del diamante azul.

—Lo lamento mi señora se me salió de las manos, ya no sé donde está —Respondió Dariel algo intimidado, era su esposo, pero eso no lo salvaba de ser asesinado por ella en un momento de enojo, él era el tercer esposo luego de tres funerales aunque no se sabía como morían ni él mismo lo sabía apenas los mismos encargados tenían las verdaderas razones pero no hablaban. Darius no podría hacer más por su reina, apenas estaba en el nivel dos de su talento. Ser hechicero de la reina era un gran cargo y ambos lo tenían bien claro desde el principio, Darius no había tenido de otras al aceptar el cargo hace quince años antes de conocer a Claver su familia es una de la alta sociedad, el hecho de que él fuera parte de los hechiceros de la reina era un premio para sus padres. Desde que la reina empezó con el plan de usar una mujer por año pasando desapercibido del consejo está con el fin de buscar el dichoso diamante azul no tenía ninguna duda de que cumpliría todas sus órdenes. Hasta que llegó Claver y sintió que se había enamorado de ella y aunque muchas veces trató de despegarse de la mujer el hecho de verla sonreír junto a sus pequeños le hacía el corazón palpitar.

No había sido desleal con su reina a pesar de que perdería a su amada, pero estaba muy alegrado de que al menos fuera de la presencia del vidente Claver aún seguía con vida, casi por un momento pensó en traicionar a su reina salvando a su esposa, pero luego vio que aquella mujer no necesitaba su ayuda. Se preguntaba ¿qué estaba pasando? ¿Quién la estaba ayudando en aquel lugar? Pero no lo podría saber, Dariel tenía más niveles que él de experiencia en hechicería y solo él podría saberlo, él sabía cosas que Darius no, Pero le sorprendió cuando Dariel dijo:

—No la siento; no siento a Claver mi señora —Su postura recostada de la mesa circular se había formado hacia atrás despegando sus manos cruzadas de la mesa.

—¿No sabes? ¿Cómo no puedes saber que pasa? —Preguntó aún sentado a su frente, Dariel incómodo se quedó en silencio con la mirada fija en la mesa, específicamente en la esfera en este punto no tenía sus manos en ella.

—Tú fuiste quien empezó con esto Darius —Susurró aún mirando a la esfera, la reina salía y entraba de la sala asiendo cosas.

—¿Y qué quieres? Quieres que haga todo el trabajo solo. Yo me arriesgué más que tú, usé mi talento al máximo al enviar esas señales a su mente y aparte se trata de mi hija y mi esposa —Se detuvo cuando se sintió algo fatigado, cosa muy extraña; algo molesto por la situación de la que hablaba no quería hacer saber que esto le había afectado mucho, La reina Leticia no se había sentado en la mesa afamada en sus asuntos de reina —. Yo cumplí con mi reina tu también cumple con ella.

—Lo he hecho desde que Claver salió al bosque, pero es obvio que algo raro está pasando; mis visiones de su dirección han sido bloqueadas por algo. Debe ser algo más poderoso que yo.  

—No hay hechiceros de nivel más alto en Lovely que tú —Dijo con una media sonrisa.

—Darius si tanto estás tan informado que tal si nos dices quién es —Dariel subió la voz asiendo que la reina se detuviera posando sus ojos en ambos.

—Alguien que probablemente ande con ella. Tal vez sí sea un hechicero más alto que tú —Dariel se quedó callado, era imposible que hubiera algo más potente que él, pero ahí estaban las pruebas, el bloqueo que traía a su mente y la confusión de la cual aún no había comentado con la reina y mucho menos con Darius el menos indicado.

—No es un hechicero, eso lo aseguro —Comentó Dariel, la reina interesada en el asunto se sentó en la silla siendo parte de la pequeña reunión.

—¿Una criatura mágica? —cuestionó soltando algunos pergaminos en la mesa—. No recuerdo que hubiera criaturas mágicas en el reinado de mi primo Jorge que en paz descanse su alma —Lo último claramente lo decía con hipocresía sabiendo todos que ella lo había desterrado y asesinando desde él hasta los más pequeños de sus herederos, pero no había pensado en eso hasta ahora. Debió dejar uno que heredará el trono. Uno que ella pudiera criar a su manera, quería redimirse y crear, pero su vientre no era fértil así que para eso necesitaba el diamante azul—. La única que existe la tengo yo y estoy segura de que mi primo Jorge no sabía de su existencia —Terminó de decir, Darius no supo a qué o a quién se refirió en este punto, al parecer no estaba informado del todo.

Con el poder de crear nació un diamante azul, cumple una vida cada dos años, es decir que debe tener algunos veinticinco años desde su nacimiento. El diamante azul había nacido de uno de los hijos del rey jorge; bebé que fue escondido por su propio padre para en un momento de alegría presentarlo a la isla, pero no se pudo, la reina Leticia los había atacado y para salvar al pequeño borró todos sus recuerdos y lo mandó con uno de sus más leales guerreros el padre de Camilo. El rey no pudo saber que pasó con su pequeño, pero a la hora de su muerte lo encomendó a la suerte pidiéndole a todos los espíritus que nunca se separaran de él y que lo mantenga con esa llama encendida, el padre de Camilo tuvo otros planes y separó su poder del diamante para que sea menos probable encontrarlo.

—¿Qué vas a hacer Dariel? No tengo todo el tiempo voy a madurar y no podré engendrar. Más te vale que hagas algo para indicarte con Claver —Aquello casi salió como un grito de boca tomó el pergamino y empezó que moverlo entre sus manos mirando con el ceño fruncido a su esposo, se levantó de su asiento y ambos hombres hicieron lo mismo en reverencia. Salió de la sala dejándoles con algunos sirvientes.