DesafÍo Inesperado

CAPITULO II

Aly

Sé que tal vez no es bueno decir esto, pero me encanta tener una amiga con influencias. Cuando llegamos al estadio, ya se encontraban unos guardias en la puerta esperándonos para acompañarnos a la entrada de servicio y saltarnos la fila interminable.

No me esperaba que hubiera tanta gente. Al parecer la banda de verdad era muy conocida, aunque yo aún no había escuchado ninguna de sus canciones, pero eso es algo que pronto se solucionaría porque estoy obligada a escuchar un álbum completo, en vivo y directo.

Hurra por mí.

Pasamos por varios pasillos y no tardamos en encontrarnos detrás del escenario, veo a mucha gente moviéndose de un lado a otro, algo desesperados. Es comprensible las personas ya están entrando y el show comenzará pronto.

- Aly, vamos - me llama mi amiga.

Seguimos caminando por más pasillos, estoy segura de que me perdería si vengo sola por estos lugares, me acerco un poco más a Cel por instinto. Pasan pocos minutos cuando nos detenemos en una puerta que irónicamente tiene una estrella dorada, no tengo que ser adivina para saber de quién es este vestidor.

El guardia golpea la puerta dos veces y el señor Johnson sale, mi amiga no tarda en abalanzarse sobre su padre dándole un fuerte abrazo, su relación se volvió mucho más fuerte después de que la mamá de Cel muriera hace unos años, su papá se volvió su todo y no tengo dudas de que es lo mismo para él.

El señor Nathaniel Johnson se encuentra a punto de ingresar a los cincuenta y no se ha vuelto a casar a pesar de ser un hombre muy atractivo, vestido de traje y con una barba estilo candado cubriendo su rostro, lo hace ver imponente.

- ¿Mi niña, ya estas lista para el concierto? – le pregunta cariñosamente devolviéndole el abrazo.

- Estamos listas

Se separan y siento como unos ojos azules idénticos a los de mi amiga se posan sobre mí. El señor Johnson me sonríe, pero logro ver un poco de sorpresa en su rostro. No lo culpo, la última vez que me vio no me encontraba en mi mejor momento.

- Aly, ¿cómo has estado?

Se acerca y me da un fuerte abrazo de oso, es extraño, pero saber que él esta aquÍ me hace sentir más segura, se separa de mí, sin soltarme del todo. Me hace un pequeño análisis como si estuviera buscando alguna herida, pero eso es algo que nadie puede ver, mis heridas las tengo en el alma, cuando termina su observación parece que suelta un suspiro de alivio por no encontrar nada.

- Estupendamente bien, señor – le respondo con una pequeña sonrisa algo falsa.

No parece del todo convencido y no me sorprende la verdad, mi cara no me quiere colaborar fingiendo el día de hoy. Parece que va a decirme algo más, pero escuchamos un grito varonil dentro de los vestidores junto al sonido de un cristal rompiéndose.

El señor Johnson me suelta y mira la puerta con resignación, ahora si escucho un largo suspiro y lanza su mirada al techo por un momento, como si estuviera pidiendo algo al cielo, pobre hombre parece que la paciencia se le está agotando.

- Me tengo que retirar, el deber llama señoritas – nos da una sonrisa y mira a Celeste – Cariño, no te separes de Aly y no se alejen del guardaespaldas, por favor.

Un hombre alto, fornido, con aspecto intimidante, aparece de la nada y se para a lado de nosotras, bien debo asumir que es el guardaespaldas del que habla, no me parece familiar, pero Cel lo saluda con una sonrisa.

- ¿Escuchaste, Celeste?

- Si, mi general – le dice Celeste con un saludo militar.

El señor Johnson suelta una pequeña risa, se acerca a Cel y le despeina un poco, haciéndola enojar.

- Aly, me alegro mucho de verte, pero tú y yo nos debemos una conversación, así que te estaré llamando para coordinar una reunión – voy a negarme cuando me interrumpe alzando su mano – Y no voy a aceptar un no por respuesta - lo dice firme.

Ya sé de dónde saco su tenacidad Celeste y si el padre es como la hija, entonces, ya he perdido mi tercera batalla del día, los Johnson llevan ganando todas las batallas contra mí, me siento en completa desventaja.

- De acuerdo señor, estaré pendiente de su llamada.

- Excelente – me sonríe – Chicas disfruten del espectáculo, mis chicos no lo hacen nada mal – nos da una sonrisa, pero esta desaparece cuando se escucha como otra cosa golpea contra la pared y vuelve a romperse.

Con un último abrazo entra rápidamente a la habitación para ver por qué tanto escándalo.

Me quedo un rato mirando la puerta y de la nada algunos recuerdos comienzan aparecer, últimamente no puedo controlar las imágenes que pasan por mi cabeza.

No ahora, por favor.

Me hago una súplica interna, pero parece que mi cerebro no está de acuerdo conmigo, siento como una mano me sacude y me devuelve a la realidad.

- Aly ¿estás bien? – Cel me mira preocupada.

- Sí, estoy bien – intento controlar las imágenes de mi cabeza y le doy una pequeña sonrisa para que no se preocupe– Perdóname me perdí en mis pensamientos.

- ¿Segura? - me pregunta algo dudosa.

No se lo cree, ella me conoce mejor que nadie y sabe muy bien cuándo estoy mintiendo, pero no puedo arruinarle su concierto, está muy emocionada.

- Sí, estoy segura.

Escucho una pequeña tos y sé que es nuestro guardaespaldas dando el aviso de "muévanse, ahora".

- Mejor vamos por nuestros asientos - le sonrío - Además siento que alguien más está entusiasmado por ir a ese concierto - le susurro en broma lo último, para que el susodicho no nos escuche.

- Está bien - me dice no muy convencida, comienzo a caminar, pero me detiene - Pero si te sientes mal, dímelo.

- Si no te preocupes – le agarro de la mano y voy detrás del gorila.

Llegamos a nuestros asientos en primera fila y me sorprende ver que tienen un papel de reservado, me siento un poco incómoda porque las chicas de nuestro alrededor comienzan a hablar y es muy obvio quien es el tema principal, pero decido ignorarlas.




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