Carta final
Si algún día alguien encuentra esto… quiero que sepa que yo no quería desaparecer.
No soñaba con convertirme en estadística, en rostro olvidado en un cartel de "se busca", en tema de conversación durante una semana y luego en silencio incómodo que nadie quiere tocar. Yo solo quería vivir mi vida... con mi novia, con mis amigos, con mis padres, con mis sueños. Quería equivocarme, aprender, reír, llorar... quería llegar a viejo y contar historias aburridas sobre cómo sobreviví a una vida normal. Pero no me dejaron.
Me arrancaron de mi rutina, me quitaron mi identidad, mi cuerpo, mis sentidos... y nadie vino a buscarme. Nadie.
No culpo a nadie, no escribo esto con odio… escribo desde lo que queda de mí. Porque si algo entendí es que la vida no te avisa cuándo va a cambiarlo todo, y a veces lo hace de la forma más brutal.
Yo quería escapar de mis problemas, y lo logré. Pero no de la manera que imaginé. Por eso, si estás leyendo esto, si aún estás a tiempo: abraza más fuerte, discúlpate más rápido, vive más presente, porque nunca sabes cuál será la última vez que veas a alguien… o que alguien te vea a ti.
Y si algún día escuchas de mí, si alguna vez alguien menciona mi nombre… diles que yo existí. Que viví. Que amé.
Y que no merecía desaparecer así.
— Yo. Uno de tantos. Uno que aún recuerda.