Había soportado, juro que intente soportarlo, porque vamos, a todos nos gusta divertirnos una que otra vez y si la dueña les permitía todo el ruido, pero no eran los únicos allí, el bebé Tom no podía dormir, podía escucharlo, pobre, así como a su padre que fue a pedir que bajarán un poco la fiesta, también escuche un portazo, supongo que no salió bien.