Descifrando a Mr. Phoenix (en Edición)

Capítulo 11110 - El culpable señor Phoenix

Fue extraño. No sabía cuánto tiempo había pasado cuando escuché su apacible voz al nombrarme:

—Señorita, despierte —dijo en una voz muy baja justo en mi oído. Fue cuando caí en cuenta que me había quedado dormida en su pecho. Aquello apenas parecía real. Podía sentir su aroma y una peculiaridad en su aliento, algo que me gustaba. Todo en él era casi demasiado perfecto como para ser real. 

Lo observé embobada, pensando en las cosas que quería preguntarle, pero también convencida de que no quería arruinar aquello que se había dado en aquel cuarto de hospital. 

Él me devolvió la mirada, sin embargo, hizo un gesto con la cabeza señalando a nuestros visitantes. Frente a nosotros se encontraban mamá y Esteban que acababan de entrar. 

Esteban se veía disgustado, con la vista fija en Evan, mamá no se veía particularmente alegre pero tampoco es que se viera muy molesta. 

—Analizando los gestos de ambos, presumo que lo idóneo sería esperar afuera —dijo Evan, y con eso se alejó de mí, sin mirar a ninguno de ellos, caminando cabizbajo y marchándose sin más. Se fue sin dejarme decirle lo que aquello había significado para mí. Se fue dejándome con ganas de seguir entre sus brazos. 

Cuando ya él se marchó, tanto mamá como Esteban corrieron a mi lado. Mamá se acercó y me besó la frente. Pero tiré de ella y la abracé con tanta fuerza que casi pensé que la tumbaría al suelo. 

—Cariño, ¿qué te pasó? Pensé que no volvería a verte —dijo, hecha un mar de lágrimas, acariciando mi frente con la yema de sus temblorosos dedos. 

—Mi vida, me tenías tan preocupado —dijo Esteban, antes de acercarse a mí y abrazarme hasta casi sacarme el aire. 

Agarré la mano de cada uno, apretándolas con fuerza. Eran las dos personas más importantes en mi vida, así que tenerlos allí conmigo fue reconfortante, como sentirse en casa. 

—Becca, ¿qué fue lo que pasó? —preguntó mamá. 

—Becca, tú dijiste que querías volver a allá, ¿a qué te referías con eso?

—Es complicado… —susurré—. Ya hablaremos luego de todo, estoy cansada —exhalé. Los párpados me pesaban, sabía que había dormido más que de costumbre y solo añoraba que Evan regresara para dormir en su pecho. 

—Bueno, lo importante es que ya estás bien —dijo Esteban, convenciéndose a sí mismo a sonreír, aunque algo parecía incomodarle. 

—Esteban… Siento mucho que los planes se nos hayan frustrado, de verdad que quería conocer a tu amigo. 

Al escucharme, Esteban hizo una mueca extraña y encogió los hombros. Eso me dio a entender que había tenido algún problema con su amigo. 

—Está bien. Igual, no sé en qué parará lo que sea que tenemos —suspiró—. Pero, ¿y tú qué?

—Sí, Becca, ¿qué fue eso? —intervino mamá, acomodándose en la silla a mi lado, colocando su inmenso bolso sobre su regazo—. Ustedes no se estaban hablando siquiera y ahora cuando llegamos nos encontramos con semejante espectáculo… 

—Becca, debes saber que yo no apruebo esto… —dijo Esteban—. No desde que sé lo que pasó entre ustedes. 

—Creo que no es el momento, Esteban —mamá intervino y me observó con una tierna sonrisa. Algo que ya no pasaba mucho en ella—. Becca debe descansar. Creo que hoy no estamos para problemas. La tenemos aquí y ella está bien, eso es lo importante. 

—Tienes razón —exhaló, y justo cuando estaba por sentarse en otro de los sillones de la sala, su móvil sonó, haciendo que él se excusara y tuviera que salir. 

—¿Sabes? Estábamos muy preocupados, en especial él lo estaba —dijo mamá tan pronto Esteban atravesó la puerta. 

—¿Quién? ¿Esteban?

—No, me refiero a Evan. —Ella se acercó aún más a mí, de manera un tanto secretiva—. Había un desastre en la mansión y su reacción me tomó muy por sorpresa. El piano está hecho trizas. Lo más increíble es cómo causó tal daño de un solo puño. 

Fruncí, no era la primera vez que Evan hacía algo de esa índole. Era otra pregunta que tenía que hacerle, pero no quería arruinar las cosas, no en ese momento. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.