Epílogo

Mientras observo las llamas de fuego provocadas en la chimenea, mi tia se prepara para contarme una leyenda. No es una novedad, puesto que siempre lo hace y es de esperarse que ya me la he aprendido. Según ella  esto me ayudara cuando deje de ser una niña.

-Tía, ya no me cuentes más, mejor déjame ir a jugar- dije haciendo puchero

-No podemos romper la rutina semanal, ahora siéntate y sigue escuchando- hice lo que me pidió y escuche con atención

"Según la leyenda, hace más de 50 años nació una mejorada raza de vampiros, esta raza era el futuro de sus ancestros ya que podrían socializar con los humanos sin revelar su verdadero ser, fingiendo ser uno de ellos. Al enterarse el rey de los vampiros, es decir, el rey Dimitri de aquella nueva raza, pidió acabarla y esclavizarla, pero un día el rey Dimitri encontró un tratado en donde decía que tanto los vampiros como la nueva raza se tendría que llevar bien para no perder a ningún vampiro y cumplir su misión en la Tierra, nadie seria sirviente de nadie y para quien incumpla el tratado, se quemara y se convertirá en polvo. Este acuerdo fue escrito por el anterior rey Kian, para que este tratado se ponga en pie, dos vampiros de la nueva raza tendrán que derramar su sangre en el tratado, pero no será cualquier vampiro de la nueva raza, estos ya fueron elegidos por el rey Kian desde que creo el tratado. El rey de inmediato pidió encontrarlos y matarlos ya que el tratado también decía que uno de ellos dos será el nuevo rey y sacara a este del trono"

Mi boca formaba una o, aunque siempre me contaba la misma historia nunca me aburría y siempre quedaba sorprendida y fascinada

-¿Quiénes son esos dos vampiros que fueron elegidos?- dije sabiendo la respuesta, pero esta vez me dio una diferente

-Lo único que te diré es que los dos algún día se encontraran para cumplir con su misión, además, son muy fuertes y valientes, no se rendirán fácil y son muy guapos-

-Quiero ser como ellos- dije en un susurro mientras el sueño me invadía, pero alcance a escuchar las palabras de mi tía

-Y lo serás- cerré mis ojos y caí dormida