Descubriendo el Amor

CAPÍTULO 28: Llámame en cuanto puedas

HARRY

Estaba a un centímetros de los labios de Bonnie, podía sentir como su respiración chocaba con la mía, sus pestañas se movían rápidamente mientras veía como me acercaba cada vez más a ella, y entre más se acortaba nuestra distancia, más podía apreciar cada detalle de su precioso rostro. ¡Dios! ¡Me encanta!.

Con mi mano izquierda comencé a rodear su cintura, atrayéndola hacia mi cada vez más y con mi mano derecha tomé la suya. Solo faltaban dos segundos, dos benditos segundos, para que nuestros labios se unieran, cuando mi hermana apareció gritando, nos estaba buscando. ¿Por qué Gemma? ¿Por qué tenías que arruinar este precioso momento?

Estaba furioso con ella, sin embargo, no podía lanzar toda mi rabia contra mi hermana por un par de razones, primero, Gemma no sabía lo que estaba ocurriendo, segundo, es navidad, no puedo terminar de arruinar la velada.

Mamá salió a caminar, aprovechando que Bonnie anunció que se retiraba a su casa. Mi madre decidió que la acompañaría, realmente yo necesitaba un tiempo a solas con ella, pero acepté lo que ella había decidido y subí a mi habitación. Creo que me quedé dormido por un par de horas, cuando escuché que Gemma subía a su habitación.

— ¡Tú! ¡Pequeña tonta! — le grité mientras abría la puerta de un solo golpe y ella saltaba del susto — ¡arruinaste todo Gemma!

—¿Pero qué te sucede Edward? — abrió sus ojos como platos —¿estás loco? ¿me vas a matar del susto? El tonto eres tú, ¿por qué me estas gritando?

—Tú fuiste la que subió gritando a llamarnos a mi y a Bonnie como loca — la señalaba con el dedo índice —¡Arruinaste todo!

—¿Puedes decirme qué fué lo que yo arruiné Edward? ¡No me grites! — chilló

—Era la primera vez que decidía arriesgarme con ella, estaba a un centímetro de su boca —le enseñaba mi dedo índice — ¡UNO GEMA, UNO! un mísero centímetro de ella y tú llegaste con tus gritos como una sirena de ambulancia y arruinaste todo.

—¡Oh por Dios! — llevó sus manos a su boca en señal de sorpresa—hermanito, ¿ibas a besarla?

—Si Gemma, moría por besarla — bajé el rostro y sentí como mi hermana me apretujaba y amenazaba con sacar todo lo que comí en la cena.

— ¡Suéltame! ¿por qué me abrazas? — fruncí el ceño y me separé de ella, aún estaba molesto

—Bebito, ¿acaso no lo entiendes? — me tomó por los hombros — Bonnie está enamorada de tí, me atrevería a decir que desde que te conoció le gustaste

—¿Qué? ¿Por qué lo dices? — Ahora era yo el que tenía los ojos como platos.

—Definitivamente aquí el tontito eres tú Edward — puso los ojos en blanco — mira bebito, cuando ustedes se habían peleado, me la encontré en el mall, ella estaba realmente triste, me contó lo sucedido entre ustedes y Louis— hizo una pausa y me miró fijamente — ese día, en la forma en que contó, en la la tristeza se reflejaba en su mirada, me di cuenta que realmente te quería y que sabía que había cometido un error. Intentó arreglar todo para no perder nada, pero sabía que te había perdido a tí y eso la tenía devastada, y no era perder un amigo, era perder una historia de amor contigo, yo lo supe inmediatamente.

—¿Tú crees que ella me quiera de la misma forma Gem?

—Harry, tú eres especial para ella, intenté que ella captara que tú la quieres, y no solo como amiga, a tí también se te nota que la quieres con cada fibra de tu ser, has cambiado desde que la conociste, ella es bebito, ella es la indicada — acarició mi mejilla

—Perdón por gritarte — me acerqué a abrazarla — ¿crees que mamá la quiera en la familia?

— ¡EDWARD! esa es la pregunta más obvia, mamá la considera una hija, mamá ama a Bonnie, yo también, es la hermana que nunca tuve — sus ojos se cristalizaron — Bebito, espero que enserio prepares algo especial para ella, y que pronto formalicen esto como debe de ser, habla con mamá, sé que ella estará encantada — sonreía demasiado

—Te diré algo — suspiré — desde el día que entró al salón de clases, supe que era ella, sabía que tenía que hablarle, cuando supe lo de Louis, me dolió tanto, pensé que había perdido todo, pero no quería perderla, estaba dispuesto a conformarme viéndola felíz con mi amigo.

— Ves, Harry, el momento quizás no debía ser ayer, pero sé que tu eres muy inteligente y encontrarás el momento adecuado para todo— me abrazó y mientras giraba el pomo de la puerta de su habitación, llamé la atención de mi hermana.

— Gem, Julien es el indicado, estoy seguro que podrá cuidarte — le sonreí

Una sonrisa se dibujó en el rostro de mi hermana y se lanzó a mis brazos, pude sentir como sus lágrimas habían empapado mi pecho, ambos estábamos felices, yo tampoco pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. Realmente estaba muy felíz por ella, y aunque ella es la mayor jamás dejará de ser esa princesa fuerte e independiente, a la que quiero cuidar, aunque sé perfectamente que ella puede hacerlo por sí sola.

 

BONNIE

Es treinta de diciembre, tengo seis días de no ver a Harry, simplemente nos hemos enviado mensajes al móvil para comunicarnos. La razón es simple, las chicas regresaron la noche del veinticinco a casa y se les ocurrió la idea de irnos de campamento a Laleham, por segunda vez, en esta ocasión seríamos nosotras tres únicamente.

Nos dirigimos a casa, y ellas de nuevo viajarán con las familias de Zayn y Liam para año nuevo. Yo, me quedaré en casa sola, probablemente les hornee un postre a los Styles, pero me pone muy nerviosa ver de nuevo a Harry. Hemos dejado pendiente una conversación, un abrazo, un beso, todo.

Tengo miedo también, y es que pienso que él se pudo haber dejado llevar por el momento. ¿Me querrá con la misma intensidad que yo lo quiero a él?. La cabeza me da vueltas, y me ha hecho bien alejarme de todo con las chicas durante esta semana, sin embargo, cuando la quietud del lugar llena el ambiente, mis pensamientos me invaden, el corazón se me acelera y el miedo vuelve a estar presente.




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