Desde el Corazón

Afligida...

— No!!! Déjenme con él, por favor!!!

— Señorita, debe salir de la habitación y dejar que los médicos se encarguen — Me dice la enfermera amable, pero con firmeza en el tono.

— Hagan todo lo posible para mantenerlo con vida, él es todo para mi — Digo con la voz quebrada envuelta entre sollozos y lágrimas que salen sin parar.

Estoy muy preocupada, mi padre está ahí adentro sin nadie, sólo médicos que están haciendo lo posible para que él se mantenga con vida y yo estoy aquí afuera esperando cualquier tipo de respuesta ya sea buena o no, mi padre es todo para mi, por él es que no estoy en un mal camino porque si fuera por mi madre ya no existiera en este mundo por su descuido hacia mi, nunca le eh importado y estoy consciente de eso desde que estoy muy pequeña, siempre intenté tener una buena relación con ella, pero ella nunca respondio a mis intentos solo me ignoraba así, sin nada más que agregar.

Me siento helada, tengo mucho frío, tiemblo demasiado, estoy sola en la sala de espera sin nadie a mi alrededor así que puedo llorar desesperadamente sin que nadie me ponga atención, no me gusta que me vean llorar hasta no poder respirar bien, me siento afligida, vulnerable, sensible, débil, me duele la cabeza, mis mejillas y párpados están calientes, me arden los ojos, siento como mis lágrimas salen sin freno alguno. De un momento a otro escucho gritos desesperante e inquietantes que me obligan a volver a la realidad y me levanto inmediatamente para entrar a la fuerza, pero no logro nada, solo un regaño por parte de un doctor...

— 1, 2, 3!! Despejen!! — Se escucha del otro lado. En este momento no se lo que siento exactamente, tengo mucho sentimientos encontrados. Escuché dos veces más lo mismo y luego hubo un silencio abrumador seguido de la salida de los médicos que estaban con mi padre.

— Por favor, díganme que lograron algo — Digo con voz queda y mi corazón está latiendo a mil.

— Señorita... — El doctor que me había regañado hace unos minutos se acerca a mi lentamente respirando profundo — Lo siento mucho, hicimos lo que estuvo a nuestro alcance. El golpe fue muy fuerte.

A decir verdad nunca pensé que esto iba a pasar y lo único que hago es asentir y entrar a la habitación en la que esta mi papá y llorar desconsoladamente, en este momento no me importa que me vean es este estado, sólo quiero estar con mi papá así sea que el no me esté viendo, sintiendo o escuchando, solo quiero estar aquí con el y decirle muchas cosas. Unos minutos después una enfermera entró a la habitación y me dijo que en cuanto saliera de la habitación fuera a la recepción para llenar unos datos y firmar unos papeles, solo le agradezco y ella se va a seguir con su trabajo.

Luego de más o menos una hora me dirijo a la recepción para llenar los papeles y me encuentro a la enfermera de hace un rato y me brinda una sonrisa agradable y se la devuelvo, pero no con la misma expresión agradable, ella se me acerca poco a poco y me quedo esperandola — También se que es perder a alguien que lo es todo para uno y no es para nada agradable — Puedo notar la tristeza en sus palabras, al parecer pasó por lo mismo.

— Esto es muy horrible y no se lo deseo a nadie ni siquiera a la peor persona del mundo, ya no se que hacer, estoy sola y nadie va a estar conmigo como lo estuvo él.

— Nunca estás sola, siempre hay personas que llegan en el momento justo y ahí te das cuenta quién te aprecia y quién no, porque que no todos son nuestros amigos y no todos nos quieren como dicen.

— Entiendo tu punto y gracias — En ese momento me entra una llamada y me despido de la enfermera para contestar.

Vi que era mi abuela y decido mejor no contestar y espero hasta llegar a la casa, esta noticia no puedo dársela por teléfono, por lo menos a ella no y mejor reviso los mensajes que tenía sin responder y eran mis amigos

Camilo: Carolina.... donde estás?

Te fuiste muy rápido y no dijiste nada, estamos preocupados.

Víctor: En cuanto puedas llámanos o déjanos un mensaje

Sami: Caro, que ocurre?

Por que te fuiste así de la nada.

Como estas?.

Por un momento dude en responder o no, al final termino respondiendo y les mando un mensaje a todos por el grupo que tenemos.

Mensaje al grupo: Disculpen por no avisar a donde fui

Estoy en la clínica, mi padre acaba de fallecer y en un momento voy para la casa.

No demoraron en llegar los miles de mensajes. Guarde mi celular y me dirijo a la recepción a llenar los datos y una muchacha me dijo que no podía hacerlo porque soy una menor de edad y tiene que hacerlo alguien adulto y para mi mala suerte estoy sola porque el mejor amigo de mi papá está de viaje y el que me avisó del accidente fue un paramedico conocido y muy cercano a mi y a mi papá, por suerte tiene mi número y me llamo en cuanto reconoció que era mi padre, pero no tengo idea de donde puede estar, estoy sola aquí en la clínica, mi teléfono no deja de sonar y me encuentro en medio de la sala sin saber que hacer, estoy muy cansada. De pronto siento que tocan mi hombro y veo que es la enfermera que habló conmigo hace unos minutos... — Me puedes ayudar a llenar los datos de mi papá y firmar por mi, es que yo no puedo porque soy menor de edad, solo tengo 14 años. — Le digo lo más rápido que puedo. Ella amablemente asiente y llena los datos mientras se los voy dictando.

— Listo, ya puedes estar tranquila e ir a casa a descansar.

— Gracias. No se como pagarte lo poco que haz echo.

— No es nada, sólo que entiendo tu dolor — Desvío la mirada, exactamente al techo — Viniste sola?

— Si, vine sola, un paramedico me avisó.

— Ok cuidate mucho, espero que nos volvamos a ver — Le doy un abrazo muy reconfortante — Te digo algo… — La miro y veo que sus ojos están vidriosos — Te pareces mucho a mi hermana. Ella murió de cáncer hace tres años. Me recuerdas mucho a ella.




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