Narra David
Carolina — la llamo antes de que entre a su casa y puedo notar el nerviosismo que carga encima — Estoy aquí para ayudarte — Me queda mirando por unos segundos.
— Gracias.
La veo entrar a su casa y voy inmediatamente a buscar el carro de mi papá, gracias a Dios sé manejar carro porque mi papá se ha dedicado a enseñarme cada vez que vengo de vacaciones porque o si no, no se que sería de mi en estos momentos. Busco el carro, lo enciendo y espero a Carolina mientras sale de la casa.
Cuando la vi ese día que la hice caer me causó una primera impresión para nada agradable, pero cuando le pedí disculpas porque mi papá me lo pidió, lo que hizo ella fue también disculparse conmigo por haberme hablado de manera tan arrogante y entendí su estado de humor hasta cuándo mi papá me explico el por qué se había comportado así en ese momento, me sentí mal después de ponerme a pensar un poco en como se estaría sintiendo en ese instante, no debe ser para nada fácil de asimilar. Hace un rato la vi de mejor humor, por lo que dijo, iría a caminar para despejar la mente, yo también lo hago cuando me siento muy cargado y estresado por cosas de la escuela o problemas con mi mamá, no es que tenga una mala relación con ella, pero hay días difíciles tanto para ella como para mi y solemos tener muchas discusiones, en fin, me estoy desviando del tema, tuve la necesidad de acompañarla y debido a eso me ofrecí a ir con ella, me dio risa como mi papá me quedo mirando y es entendible porque nunca me ha escuchado decir ese tipo de cosas y tampoco me ha visto con alguna novia, pero estoy seguro de que mi papá puede estar pensando eso y no, no me gusta Carolina, solo me cae bien, la veo como una amiga y me siento mal por la situación que está pasando sola y creo que me hice una mala imagen de ella por lo sucedido.
La veo salir de la casa con unos buzos, me imagino que es para ella y para su abuela mientras están en la clínica y tolerar el frío por si acaso su abuela se queda está noche igual depende de lo que digan los médicos
Vamos en el carro y ninguno de los dos intenta romper el silencio, es entendible. Veo a Carolina muy sumida en sus pensamientos y con las manos entre las piernas, me imagino y es para que yo no vea que está temblando. Al poco tiempo llegamos y estaciono el carro.
— Oye — La saco de su mundo — Ya llegamos — Mira fijamente la clínica y su mirada se pierde en ella — Pasa algo?
— No no, no pasa nada, es sólo que... — Su voz se empieza a escuchar entrecortada — Aquí fue donde falleció mi papá — Una lágrima empieza a correr por su mejilla y la abrazo.
Ups, no debí preguntar, eso me pasa por curioso.
— Entremos — Asiento.
Ambos entramos a la clínica, yo trato de ubicar a mi papá y Carolina puesss... creo que a su abuela...
— Mira, ahí está mi papá — Señalo hacia donde está él.
Nos acercamos, ella camina a paso veloz y veo como sus rodillas le fallan...
— Milton! — Papá nota su presencia — ¿Que han dicho los médicos?.
— Pues... Me dijeron lo mismo que me dijiste, que se intentó suicidar con una dosis fuerte de pastillas para la depresión — Ella lleva sus manos a la boca.
— ¿Ella sufre de depresión? — índigo, al ver la reacción de ella puedo ver la sorpresa en su rostro, perece que no sabía.
— No se sabe, pero hay una gran probabilidad de que sea así — Responde mi papá.
— No sabía que ella tenía esas pastillas, ¿Mi abuela ya sabe? — Pregunta ella.
— No, aún no sabe, esta en el baño — Ella asiente — Carolina, ¿Podemos hablar a solas un momento? — Ella asiente y se sientan un poco apartados de mi.
Me siento preocupado por ella, quiero ayudarla, pero no se como « debes admitirlo », no tengo admitir nada, no me gusta y ya dije, me niego rotundamente a que me guste ella, sólo la veo como una amiga y ya.
Editado: 07.06.2025