Pensamiento absurdo...

Narra David

—Estoy aquí para ayudarte, no estás sola — Le asegura mi padre a Carolina.

— Iré a la cafetería — Él asiente.

Vi que Carolina salió muy alterada después de hablar con su madre, no se porque y tampoco quiero preguntar para no quedar como un chismoso, pero sea lo que sea que esté pasando entre ellas se ve que le afecta a Carolina y lo digo por la forma de como salió de esa habitación, se veía desesperada, asustada, su voz temblaba, estaba nerviosa, tenía una mirada de duda, de impotencia, de tristeza, de decepción, habían muchos sentimientos que sin preguntar dos veces se le notaban...

— David, hijo... — Mueve su mano frente a mi cara — En que piensas?.

— No, nada papá — Me mira como si no me creyera — Que pasa?.

— Nada hijo — Se ve tenso, que raro — Hijo... emm... Si pasa algo, de echo...

— Sabía yo — Lo corto — ¿Que pasa padre? O más bien ¿Quién es la afortunada?.

— Eh, no no no hijo, no es nada de eso — No le creo absolutamente nada — Bueno si... — Una vez más acierto.

—¿Y qué me quieres decir?.

— No se si viste a la enfermera que estaba hablando con Caro antes de que nos dieran noticias de su madre.

— Si, presupuesto que si la vi ¿Es ella?.

— Puedes dejarme terminar lo que te voy a decir, siempre te adelantas a todo — Río — En fin, desde que la conocí me pareció una chica hermosa y atractiva ya su edad ya es independiente y me gusta mucho eso, pero nunca le eh hablado.

— ¿Y quieres hablarle o me quieres pedir un consejo?.

— No hijo, no es nada de eso, es sólo que...no tengo ningún problema en hablarle, pero la cuestión sería de... ¿Que opinas tú si vuelvo a rehacer mi vida amorosa? Se que quieres mucho a tú madre y yo tampoco me arrepiento de haber estado con ella, es una gran mujer, pero tampoco está mal que haga un cambio en mi vida.

— Pues si, si amo a mi madre, pero lo que tú hagas en tú vida amorosa es algo que nosotros debemos aceptar independientemente de lo que sea y tú eres quién decide con quién estar, nadie debe decidir por ti directa o indirectamente y si, estoy de acuerdo que tomes la decisión de rehacer tu vida, no hay problema — En verdad no tengo problema en que él inicie nuevamente una relación, mi padre se separaron hace cinco años y no veo mal que lo haga.

— Bien hijo, gracias — Asiento — Y cuéntame tú de tú vida amorosa.

— Emm... pues no la parecía buena, pero tampoco pesima. Hace un año tuve una relación, ella se llama Stephannie y todo iba bien hasta que me enteré que tenía otro novio con mucho dinero y estaba conmigo solo porque le parecía bonito, en fin sólo estaba conmigo por mi físico y al otro lo estaba utilizando por dinero, ambos nos enteramos al mismo tiempo y decidimos terminar con ella y mostrarle el porque para que no tuviera oportunidad de mentir en nuestra propia cara.

— Uuu... eso sí es fuerte ¿Y esa ah sido tú única relación?.

— Pues... hasta el momento si ah sido mi única relación, dure dos años con ella, dos años de mentira.

— Umm... ¿Y que te parece Carolina? —Mi corazón se acelera.

— La primera impresión que me dio fue desagradable y lo entendí hasta cuando me explicaste el porque actuó así, cuando me disculpe con ella noté que no me creía, pero igualmente ella también se disculpó conmigo y aunque no ah pasado mucho desde ese día que la conocí me doy cuenta de que ella no es como creí que era sino una persona totalmente distinta, amable, sensible, cariñosa, pero a la vez fuerte, madura, capaz de lograr lo que quiere y me sorprende que no se ah dejado afectar del todo por lo de su padre aunque en el fondo le duela porque se nota que le duele. En fin, es linda, pero hasta ahí.

— Wow, nunca pensé que hablaras así de bien de una chica y menos si apenas la conoces — Yo tampoco lo pensé, eso no es común en mi, pero me siento bien diciéndolo en voz alta — ¿Sabes? Ella está en la cafetería, ve con ella.

— Ok, vuelvo en un rato.

Me levanto de la silla y me voy a la cafetería en busca de esa chica que tiene una personalidad que me sorprende, pero que me gusta, voy cruzando el pasillo y choco con alguien...

— Oh, disculpa — Es la muchacha de la que mi papá está interesado.

— No te preocupes, — Me mira sorprendida — ¿Eres el hijo de Milton? — ¿Cómo lo sabe?

— Ehh... Si, ¿Lo conoces? ¿Y como sabes que soy su hijo?.

— Ah, disculpa es que te pareces mucho a él y si, lo conozco, trabaja en esta clínica de paramédico — Veo que tiene el mismo interés en mi padre como él en ella, sincronizados al parecer.

— Si, eso dicen muchos cuando se entra que soy su hijo y con permiso, voy a la cafetería.

— ¿Vas con Caro? — Mi corazón se acelera nuevamente, ¿Que me pasa?.

— Síii... ¿Cómo sabes?.

— La acabo de ver allá y creo que necesita compañía, está pasando por mucho sola.

— Si, eso haré no se preocupe — Asiente — Me voy.

— Solo... — Me detengo — Hazle sentir que no estás con ella por lástima — Enarco una ceja — Eso es lo que piensa ella, pero yo veo otra cosa, veo que te preocupas por ella.

— Si, estás en lo correcto y no puedo creer que piense eso de mí, quiero ayudarla, tengo el sentir de ayudarla en todo esté procesó.

— Sabía que no estaba equivocada. Seguiré con mi trabajo y por favor, quita esa idea de su cabeza.

—Lo haré.

Sigo caminando sin creer que Carolina piense eso de mi, debe ser porque apenas me conoce y dirá que toda mi ayuda es un fraude o algo así, pero voy a hacer lo posible para que vea que estoy aquí ayudandola porque si y no por "lástima".

Una vez que llegó a la cafetería intentando encontrar a Carolina, al final fue fácil encontrarla, está en un rincón tipo para que nadie la vea y está mirando fijamente la mesa, me acerco a ella y levanta la cabeza apenas nota mi presencia...

— Mejor te hubieras quedado allá.

— ¿Por qué? — Me mira como si supiera la respuesta — A no, ya se, de seguro piensas que me das "lástima" y sientes que toda mi ayuda es un fraude ¿O me equivoco? — Sus ojos se ponen como plato.