Desde el Corazón

El problema...

Sábado en la mañana y la sensación de aceptar la realidad ah sido para mí un golpe muy fuerte. El no poder felicitar a alguien que amé con todo mi corazón y que hoy en día no está conmigo por circunstancias de la vida significa que pequeñas cosas cambiaron en mi entorno, es decir, que mi felicidad de ahora en adelante es incompleta, que en las cosas mínimas él me va a hacer falta, que fue una persona que siempre me demostró estar para mi sin importar los miles de inconveniente que tuviera en sus diferentes áreas, que siempre era mi motivo para seguir hasta con lo que no me gusta, que siempre buscaba la manera de sacarme una sonrisa en mis días malos y así muchas más que si las sigo diciendo no terminaré pronto.

Es de locos saber que tengo una madre que estaba muy emocionada por tenerme, pero que después de siete meses ya no quiso estar conmigo por un motivo que no se sabe cuál pueda ser por qué ella decidió quedarse callada ante ello y dar como respuesta "tengo miedo de quedarme sola."

Ósea. ¿Quién entiende eso? Porque yo no.

Ya eh pensado en varias opciones para averiguar lo que tanto causó una separación si es que se puede decir así, pero aún no eh puesto mi plan en marcha.

Me dedico a hacer el desayuno mientras mi abuela y mi mamá aún siguen dormidas.

Tocan el timbre de casa y hasta donde yo sé no espero a nadie o eso creo. Camino hacia la puerta y veo un carro conocido en el frente y es parecido al carro del mejor amigo de mi papá...

Abro la puerta y es un muchacho como de la misma edad de David, pero muy lindo. Es blanco, alto, de cabello abundante y de un castaño oscuro, ojos verdes. Es lindo al final de cuentas. Me doy cuenta de que me eh dicho nada desde que abrí la puerta — Hola... Buenos días.

Despega la mirada de su celular — Ah... Hola — Voltea hacia el auto y vuelve a mi — Mi papá me dijo que tocara, ya viene para acá — Ahora soy yo la que volteo — Me presento, soy Isaac, hijo de tu tío Esteban o eso me dijo. Mucho gusto.

Hijo del mejor amigo de mi papá?!.

Yo sabia que él tenía un hijo, pero no sabia que podía ser tan lindo para ser verdad — Mucho gusto, soy Carolina y como veo que tienes cara de confundido por qué dijiste que tu padre te dijo que era mi tío, me imagino que tu no comprendes nada — Niega y asiente al mismo tiempo — Él es... o más bien era el mejor amigo de mi papá y por ende desde que lo conozco le eh visto como un tío y él a mi como una sobrina. ¿Ahora si entiendes? — Asiente.

— Lo primero que se me pasó por la cabeza fue que "Tengo una prima que no conozco" — Reímos — Pero él tampoco me explicaba ni nada y yo me quedaba confundido.

— No te preocupes. Noté tu cara de duda cuando dijiste "Soy hijo de tu tío Esteban" Y ahí entendí que no comprendias absolutamente nada de lo que estabas diciendo — Volteamos a ver a mi "tio" que salía del carro.

Sobrina! — Extiende sus brazos hacia mi mientras se acerca caminando — Ya veo que conoces a mi hijo — Asiento mirando a Isaac — ¿Como has estado? — Me pregunta con un tono melancólico y se perfectamente a que se refiere.

— Pues bien. Hoy es su cumpleaños — Bajo el rostro sin dejar salir una lágrima.

— Por eso vine a visitarte a ti y tu abuela — Asiento.

— Entren. Estaba terminando de hacer el desayuno — Entramos todos a la casa y mientras voy detrás de ellos Isaac voltea a verme y me sonríe.

Siento que me puse roja ante eso.

— Hija! — Escucho a mi abuela bajar de las escaleras — Hola hija... Pensé que habías ido a algún lado porque no estabas es tu habitación — Mira a la visita — Veo que tenemos visita — Mi tío se levanta para saludar a mi abuela — Hola cariño... ¿Cómo has estado?.

— Bien madre, con mucho trabajo y tú ¿Cómo estás? — Mi abuela asiente.

— Disculpen la interrupción, pero tengo que ir a terminar el desayuno, ojalá no sea un desastre esa cocina. De casualidad ¿Quieren algo de tomar?. ¿Café, un jugo o algo así o les doy desayuno cuando esté listo?.

— A mi dame café, comida no, yo desayuné antes de venir, pero no se si Isaac quiera. Todo el tiempo está con hambre — Todos reímos.

— A mi si me das el desayuno con el café — Pide mi abuela.

Miro a Isaac quién está detallando toda la casa y vuelve a su padre cuando este carraspea...

— Ah... Me decían — Pone atención — La casa es muy bonita señora Yeimy — Hasta mi abuela lo conoce y yo no.

— Gracias. Mi hijo la decoró antes de regalarmela.

— Isaac, Carolina está haciendo el desayuno, pero como te conozco te quería preguntar que si vas a querer — Este me mira.

— Si no es mucha molestia... Pues si, si quiero — Su padre rueda los ojos al mismo tiempo que ríe.

— Está bien, también hay jugo de mora por si también quieren — Les digo antes de irme.

Dejo a mi abuela con Esteban e Isaac quienes están conversando con ella entretenidamente de anécdotas y todo lo relacionado con mi padre. Termino el desayuno y me aproximo a servirles a mi abuela y a Isaac.

— Bueno... Ya está listo el desayuno así que pueden sentarse en la mesa mientras voy a traerles lo que hice — Todos asienten y se dirigen al comedor.

Voy a la cocina a buscar los platos y regreso a ponerlos en mesa...

— Tío... te serví un poco para que no te quedaras velando mientras todos comamos — El se ríe ante mi comentario.

Mi abuela nos da el buen provecho y seguido todos comemos y nos reímos de uno que otro chiste que hace Isaac. Tiene un muy buen sentido del humor.

Cada cierto tiempo nuestras miradas se cruzan y en una de esas tantas miradas él me guiña un ojo. Sentí mi cara ponerse roja de la pena y él se rió de mi por mi reacción. Luego de terminar todos de comer recojo la mesa.

— Espero que hayan disfrutado el desayuno — Les digo mientras recojo la mesa.

— Está muy rico linda — No puede ser que haya dicho eso — Tienes el don de la cocina en tus manos.

Linda.

Me dijo linda.




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