Desde la ventana

Capítulo 21: Amor

Los que me conocen dirán que soy un tipo que le gusta divertirse y pasarla bien; dirán que al igual que mi papá, tengo debilidad por las mujeres, pero nunca había estado en un lugar como este, ni siquiera cuando tuve la mayoría de edad; perder a mi madre fue difícil, y es algo que he superado hace un par de años apenas; en fin, no tuve esa experiencia como la mayoría de mis amigos, así que ahora me siento como un pez fuera del agua. Hay mujeres muy hermosas por doquier, pero siento que me llevan años de experiencia y eso me pone nervioso.

     —Nos divertiremos mucho. —Dijo uno de los amigos de Walter.

     —Le dirás adiós a tu castidad, hermanito.

     —No, no. —Interrumpió el mismo amigo—. Le dirá adiós a su libertad, así que por ahora disfruta. —Le dio una palmada en el trasero que lo hizo enfadar, Walter iba a replicar cuando de pronto se acercó un grupo de mujeres muy hermosas a nosotros.

     —Sean bienvenidos, caballeros. —Dijo una mujer morena, hermosa y casi tan alta como yo—.  Estamos a disposición de lo que ustedes pidan, por favor acompáñenos. —Empezamos a seguirlas, pero de pronto la mujer alta me dijo que esperara.

     —Él viene con nosotros. —Dijo Walter en mi defensa.

     —Lo sé, pero el señor ya fue elegido por nuestra señora Scarlett. —Enseguida aparecieron dos chicas que lucen hermosas, pero muy simples—. Ellas lo guiarán con la señora Scarlett. —La mujer se acercó a mí—. Y le aseguro, señor, que usted quedará más que satisfecho; quedará enamorado de ella, como todos. —Debo confesar que todo esto me da mucho miedo, y desconfianza—. No tenga temor, señor. La señora Scarlett será generosa con usted, y hará lo que usted le pida. —Eso sigue sin convencerme.

     —Vamos, Marco, acepta. —Dijo Walter—. ¿O qué pensabas? ¿Que estaríamos todos juntos durante toda la noche? No, amigo mío, eso se llama orgía, y no estoy dispuesto a tanto. —Me hizo reír—. Diviértete. —Se giró hacia la joven alta—. Por cierto, ¿y si no queda satisfecho qué? —Ella rio, y con eso prácticamente dijo que sería imposible no quedar satisfecho por la tal Scarlett.

     —No sucederá, pero en dado caso de que el señor fuera un espécimen raro. —Se encogió de hombros—. Se le regresará íntegro su dinero, y a cambio podrá elegir a alguien más, a quien quiera, y será por cortesía de la mansión. —Me guiñó el ojo, y se dedicó a guiar a los demás, mientras me dejó con las dos chicas, las cuales me guiaron al segundo piso para conducirme por un par de pasillos más. Antes de dejarme solo, me dijeron que la dichosa Scarlett no tardaría. Entré a la habitación, y me encontré con un sitio muy espacioso y lleno de lujo, con decorados rojos y dorados; hay una cama grande con sábanas de un guindo muy oscuro, (casi café), no hay mucha decoración, supongo que lo que menos importa en este tipo de lugares es eso; caminé por el lugar, y me encontré con un pequeño balcón que da al jardín; de inmediato escuché la puerta abrirse y me tensé, ya que no sé qué esperar; por la puerta entró una mujer que me causó un gran escalofrío, siento algo muy extraño al verla; ella lleva el cabello corto y lacio, un vestido negro, y zapatillas del mismo color, también sus ojos son muy oscuros, y el maquillaje cargado la hace lucir más... Tenebrosa; me recuerda a una viuda negra.

     — ¿Asustado? —Preguntó con una sonrisa que deja relucir una dentadura blanca y perfecta; me quedé observando su sonrisa, (extrañamente me gusta), se aclaró la garganta para llamar mi atención.

     —Oh, lo siento. No.

     — ¿No qué?

     —No, no estoy asustado. —Carraspeé.

     — ¿Quieres beber algo?

     —No. —Rio, y se acercó al buró, de él sacó lo que creo es whisky.

     —Tranquilo; no voy a drogarte, y tampoco vas a pagarlo. —Me tendió un vaso; caminé hacia ella y lo acepté, pero no voy a beber. Ella sí lo hizo—. Vamos, ¿o quieres que lo pruebe para convencerte de que no está alterado? —No dije nada, ella tomó mi vaso y bebió de él, después me lo regresó—. Espero no provocarte asco; hoy compartiremos muchísimo más. —Sonrió, y su sonrisa... ¡Su sonrisa! Entrecerré los ojos, después me percaté de que su mirada está tan fija en mí como la mía en ella; nervioso, la aparté; no sé por qué me provoca todo esto, es extraño—. Por cierto, caballero, mi compañía cuesta cinco mil dólares. —Literalmente escupí el whisky, y comencé a negar en medio de una tos.

     —No… —Pasé saliva—. No, no tengo... —Volví a toser—. No tengo cinco mil dólares, señorita. —Ella sonrió divertida; creo que está burlándose de mí a sus anchas, ya eso debería ser suficiente pago.

     —Muy bien. ¿Cuál es su nombre? —Titubeé—. No le haré daño. Dígame su nombre; el mío es Scarlett.

     —Ma... Marco.

     —Marco, muy bien. Gracias por mi pago, señor. —Sonrió mientras sigo pensando que esta bella mujer solo está tomándome el pelo—. Normalmente esa cantidad cubre tres horas de mi servicio, pero tal como usted lo ha solicitado, me quedaré más tiempo, y gracias por entender que eso cuesta más—. Negué; pero, ¿qué rayos le pasa a esta mujer? La vi sacar una tarjeta de crédito de su bolso—. Muy bien, señor, ya está cubierta su deuda, ahora seré suya toda la noche si me desea, porque yo a usted sí. —No me dejó hablar, ni pensar, ni nada; solo sentí sus labios apresar los míos con necesidad, mientras sus brazos se enredaron alrededor de mi cintura, acariciando mi espalda; me tomó un par de segundos reaccionar y corresponderle, ella besa muy bien; y más que eso, me hace sentir algo muy extraño, pero hermoso; esa es la palabra. Scarlett golpeó el vaso que sostenía, haciéndolo caer; y sujetado mis manos, las amarró a su cintura; me siento extraño de que tome el control de esta manera, pero al mismo tiempo es halagador que una mujer tan hermosa como ella me desee tanto; y es que eso es lo que siento, que ella me desea, aunque no sé por qué a mí. Cuando dejó de besarme, se centró en mi rostro y comenzó a acariciarme con ternura; comencé a hacer lo mismo, reconociendo sus facciones hermosas, su piel cálida y suave—. Besas muy bien. —Me besó sutilmente—. Tenemos toda la noche, ¿qué quieres hacer? —No tengo ni idea, esto es tan nuevo para mí que sigo confundido. Scarlett comenzó a reír sutilmente—. Ven. —Me llevó a la cama, me hizo quitar los zapatos y después se despojó de los suyos—. ¿Te gustaría tomar una ducha conmigo? —Pasé saliva con gran nerviosismo, y ya me empieza a fastidiar esta sensación en mí; quisiera ser un macho alfa que domina la situación, y tomar lo que se le está regalando; pero no puedo, ella me parece tan hermosa y frágil que no quiero tomarla como un salvaje; ya no me parece una viuda negra, aunque siga viéndose igual; ahora distingo una mirada más dulce, y una sonrisa igual que me inspira mucho afecto y ganas de cuidarla, de tratarla bien, como si fuera la novia que se convierte en la mujer de mi vida; solamente me había pasado una vez, con mi Luna, pero esta mujer... ¡Dios, esta mujer! —. Creo que no te parece la idea.



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En el texto hay: obsesion, secretos, amor

Editado: 14.09.2022

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