“Había una vez” Qué frase tan bella para iniciar una historia, tan llena de amor y esperanza… Tan cargada de sueños y anhelos, “Había una vez”… Había una vez un bosque una bella princesa, que aguardando a su bello príncipe, esperó años y años, viendo el mismo paisaje por su ventana… cuando hubo llegado… un beso, una caricia, una boda y todo empezó tan solo con había una vez. ¡Cómo quisiera que la vida empezara siempre con esa frase! Porque es el origen del final feliz… el beso del verdadero amor, el infaltable vals hasta la media noche, el dulce y acaramelado anhelo de una historia con un Y vivieron felices para siempre, una historia donde el mayor problema sea una bruja y la mejor solución un beso… si tan solo, todo iniciara con “había una vez”. Ojalá así fuera, sería tan simple, tan lleno de amor, un amor que no necesita ser probado para ser real.
Había una vez nosotros, había una vez tú y había una vez yo, te amaba con demencia infinita y tú me adorabas… un beso, una noche, un vestido blanco con perlas y rubíes, un traje de moño y sombrero de copa… una iglesia… una vida… una vida que era solo nuestra. Si hubiese empezado todo con había una vez… si hubiese sido alguna vez, entonces tal vez nunca hubiera sido, si hubiéramos tenido un final feliz, entonces hubiéramos tenido un final y no podría vivir con ello, porque si hubiera habido un único y primer beso, no nos hubiésemos amado poco a poco y con dulce agonía.
Su hubiera sido alguna vez la mujer del vestido blanco, sería tan fácil, sin lucha ni pelea, sin sueño y sin anhelo. Pues sí, si hubiésemos sido alguna vez, entonces n hubiéramos sido nosotros, y no quisiera que nuestra rutilante historia empezase con “Había una vez” porque prefiero evitar a las brujas y las manzanas, los hechizos y las ranas y luchar por tu corazón perfecto, por ser la única y la más amada.
Eres el único cuento que quiero escribir, no con una “Había una vez” porque ambos sabemos que los únicos castillos que queremos tener son de amor, las tiaras de príncipes y princesas, serán de palabras y el beso del verdadero amor… ese beso… no será solo uno porque serán miles, millones.
No empezamos con “había una vez” porque mi corazón es tu reino y tus brazos mi castillo… Así que no “Había una vez”
Habrá siempre… tú y yo.