CAPÍTULO I

"Tú con tu ternura y tu luz, iluminaste mi corazón. Quien me da vida eres tú, no hay nadie más sólo tú."

-Sólo tú, Carlos Rivera 

 

POV VICTORIA

—Estoy segura de que este viaje será bueno para Ethan, le ayudara a pensar mejor y aclarar su mente —dije al teléfono, mientras me sentaba en el sofá—Y no habrá de que preocuparnos.

—Sabes que te apoyo en todo, hermana —contestó Leonor —Pero, tendrán que hablar del tema y no podrás evadirlo más.

Una de las tantas cosas que hacen especial a mi hermana, la mayor parte del tiempo siempre tiene razón en lo que dice, y está, es una de ellas; quisiera seguir evitando toda esta charla respecto a lo que Ethan desea hacer, pero tarde o temprano, la vamos a tener.

—Ya lo sé Leo, te juró qué quiero y lo intento —dije, suspirando —Pero, siempre resulta difícil para mí.

El silencio, reinó por unos segundos en la línea, hasta que Leonor habló y dio por terminada la conversación.

—Está bien, Victoria, te entiendo —Dijo —Sólo inténtalo, por favor.

—Lo haré, te lo prometo.

En ese momento, la puerta principal de la casa se abrió y Ethan entro, al mirarme me saludo con una sonrisa mientras cerraba la puerta detrás de él.

—Hermana, lo siento pero tengo que dejarte, Ethan llegó —dije, volviendo a la llamada con Leonor.

—Está bien, hablamos mañana —Dijo, ella —Salúdalo de mi parte.

—Por supuesto —Contesté —también te quiero, adiós.

Colgué, Ethan se acerco a mí y me abrazó dándome un beso.

—Hola, hermosa —dijo Ethan —¿Estabas hablando con Leonor?

—Si, le conté sobre el viaje qué vamos a tener —Respondí —También le pregunté que si podía hacernos el favor de cuidar a las niñas y me ha dicho que sí.

—Eso, sabia que podíamos contar con ella —dijo Ethan, riendo —Hablando de viaje, reservé los boletos y ya los tengo, ven, sígueme.

Ethan se alejo de mi y caminamos juntos hacía el comedor.

Nuestra casa no era muy grande, sólo tenía una planta, por lo cuál, Ethan y yo con la opinión de las niñas, habíamos decidido hace unos meses comenzar a remodelar; actualmente se construye la planta alta, donde estarán las habitaciones y abajo quedarán la sala, el comedor, la cocina, un baño y el estudio. Pero, aún faltan unos cuantos meses más para terminar.

Entramos al qué es nuestro nuevo comedor y fuimos directo a la mesa, colocó su maletín sobre ella, lo abrió y buscó entre todos sus papeles y encontró los boletos de avión, los tomó y se giró hacia mí.

—Cuándo te propuse esto, te dije que lo dejarás todo en mis manos y te prometí qué iba a encontrar el lugar perfecto para los dos —dijo Ethan, con una gran sonrisa —Así que, estoy seguro de que te encantará el lugar que elegí, me han dicho que es muy hermoso.

En ese momento, los boletos de avión aparecieron frente a mí, revelando el destino de nuestras vacaciones.

—¡Oh, por dios! —Coloque la mano en mi boca y mire a Ethan —¿Iremos a Punta Mita? ¿De verdad? —pregunté emocionada, mientras veía los boletos.

—Si, de verdad —contesto Ethan, riendo por mi evidente emoción —Siempre has querido visitar ese lugar, así que creo que esté es mi regalo para ti, por nuestro aniversario.

—Mi amor, me encanta, muchas gracias.

—Todo lo hago, por la mujer que amo.

Con una gran sonrisa en mi rostro, lo abracé, colocando mis brazos alrededor de su cuello y lo besé, el me correspondió, colocando sus brazos alrededor de mi cintura.

Nos besamos por unos minutos, hasta que los dos rompimos el beso para tomar aire.

Seguimos abrazados, Ethan, fue el primero que habló.

—Bueno, cambiando drásticamente de tema y antes de que olvidé decirte —dijo Ethan, tomando un poco de aire —Hoy hable con el doctor Harrison.

La sonrisa en mi rostro se borro al instante y me alejé de él.

—¿De verdad? —Pregunté, mi voz apenas se escuchó. Rápidamente, aclare mi garganta —Y ¿Qué te dijo?

—Quiere hablar, con ambos —Contestó Ethan, mirándome.

—¿Sabes sobre qué? —pregunté.

—Si —contestó, Ethan —informarme un poco más, sobre la operación.

—Claro –dije, cruzando los brazos sobre mi pecho —Vas a ir ¿no?

—Así es –dijo Ethan —pero, tu también irás, quieras o no.

—Ethan... —Lo miré, seriamente —Sabes que yo no estoy de acuerdo con lo que quieres hacer, así que no iré.

—Aquí vamos —Dijo Ethan suspirando —Amor por favor, ven conmigo, quiero que estés ahí y escuches todo lo que Harrison me dirá, tal vez te convence mejor y así podremos platicar tranquilamente de esto.

No dije nada y sólo lo miré en silencio; el está convencido de lo que quiere hacer, sé que está seguro que todo saldrá bien y confío demasiado en él; cuándo nos casamos, juramos apoyarnos en todo momento, tanto en las buenas como las malas, y no puedo dejarlo en esto sólo, lo amo demasiado, así que si va a hacer esto, estaré con él, a pesar de lo que siento.