Desde que me dicen Dorge

-

     Como yo era muy malo en esos asuntos, Natalia se encargó de ponerle nombre de nuestra hija. Se llamaría: Voz. Déjeme explicar el nombre... Bueno, no hace falta.

     Nuestra Voz nació un domingo a las 7 de la noche. Era más pequeña que mi brazo y estaba con los ojos cerraditos, como cansada aunque acabara de nacer. Me alegré al ver que era idéntica a su madre, salvo los piecitos, tenía piecitos de patito.

     Así mantuvo los ojos cerrados, hasta que conoció a su hermano. Entonces, los abrió como él al nacer y puso la sonrisa más bella. 

 



#3990 en Otros
#1105 en Relatos cortos
#3211 en Fantasía
#651 en Magia

En el texto hay: magia, infantil, familia con magia

Editado: 16.12.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.