Descubrí que él también tenía mal dormir. ¡Dormía de cabeza! Por eso, su pelo estaba peinado en todo momento, aunque se acabara de despertar.
Ne arto nóisaco, iv euq néibmat aìbircse la sèver. Son somitrevid un nòtnom odneicah euq ailataN aratnetni reel ol euq somaìbircse (En otra ocasión, vi que también escribía al revés. Nos divertimos un montón haciendo que Natalia intentara leer lo que escribíamos).
Todas las tardes visitábamos a Lucy y jugamos juegos de mesa en familia. Ella me presentó a su nueva pareja, un señor muy amable llamado Fred. Hasta el día de hoy conservamos nuestra amistad.
Fueron tiempos muy buenos. Pero, ese verano, Lucy comenzó a perder un poco de cabello, entonces tomó la decisión de afeitarse la cabeza y Fred y Fusno se asombraron al comprobar que se veía incluso más bella. Así era ella.