Capítulo 6

Santiago

Mientras que William, Leila y Yariela salen de la pizzería, nosotros nos quedamos en el pequeño local… Antonio y yo colocamos las sillas en sus respectivos lugares y tomamos asiento en donde solo unos minutos estaban William y Leila, ya que José sigue en el mismo lugar.

-¿Está Yariela es la misma que vieron ayer?

Desde que José se enteró que estaba comprometido con Yariela no aparado de pensar en ¿Quién es? O ¿Cómo es?

-Sí, es la misma chica que Antonio y yo miramos ayer.

José voltea a ver la puerta por donde hace unos minutos se fueron, volteo a ver a Antonio quien no ha dicho ni una sola palabra.

-Y a ti ¿Qué te sucede?

José me observa y comprende que mi pregunta va dirigida a Antonio.

-Llámenme loco si quieren, pero William González tiene cierto parecido a Lily e incluso me atrevería a decir que a ti, José.

-Ahora que lo mencionas Antonio, William tiene la misma mirada fija que Lily…-José analiza lo que acababa de decir mi amigo…-recuerdan que cuando estábamos los cuatro y alguno de nosotros hablaba, Lily solo nos observaba, nos analizaba del mismo modo que lo ha hecho William pero… ¿a mí? No lo creo.

No digo absolutamente nada ya que no quiero opinar al respecto, agarro dos pedazos de pizza más y me las como, tengo que admitir que estas pizzas si, son deliciosas.

Me pongo a pensar en las palabras que dijo Leila Blasfemias, es el único significado que le encuentro además la familia González serian incapaz de hacer algo como eso. Será que ella solo ha visto el lado bueno, será que no le han mostrado el verdadero ser que son o solo soy yo quien esta cegado por la impotencia del secuestro de mi pequeña hermana.

-¡Santiago!

Me despierto de mis pensamientos y presto atención a lo que me estaban diciendo.

-¿Qué ocurre?

-Por lo que veo alguien no ha podido olvidar lo que cierta señorita dijo o ¿me equivoco?

No respondo nada porque Antonio ya debe de saber la respuesta.

-Las amigas de William, los han dejado hechizados.

-De mi parte, tengo que admitir que tanto Yariela como Leila son hermosas.

-y ¿tu Santiago le darás la razón a José?

-Sí, le doy la razón son hermosas pero no por eso nos han dejado idiotizados.

Después de eso ninguno de los tres dice algo al respecto, nos dedicamos a seguir comiendo la pizza, escucho que mi celular comienza a sonar alertándome de un mensaje, dejo a un lado mi pizza y me limpio los dedos en la servilleta.

Mamá: Los espero en quince minutos a los tres, tenemos que asistir a una cena.

Yo: Ahora mismo nos ponemos en camino.

Me desconecto del chat y guardo mi celular.

-Nos tenemos que ir.

-¿Por qué? Esta pizza esta buena…- hay José si supieras que yo no quiero salir de este local.

-Tenemos quince minutos para llegar a la casa mi mamá nos está esperando, al parecer estaremos presente en una cena.

-Sera la misma cena que menciono Leila hace algunos minutos.

-Probablemente sí o no, eso lo veremos esta noche Antonio.

Nos levantamos de nuestros lugares, José toma el dinero que William ha dejado y entre los tres ponemos el resto; Antonio y yo esperamos a José en la puerta del local para irnos. Una vez que José paga nos ponemos en marcha para subir al auto e irnos para la casa.

Durante el trayecto a la casa ninguno de los tres dice algo al respecto, cada quien está metido en su propio mundo, bueno hasta hace unos minutos.

-Antonio puedes averiguarme quienes son Axel y Fernando.

Antonio y yo nos damos una rápida mirada; ya que Antonio está sentado en los asientos traseros y yo en el asiento de copiloto.

-José ¿Por qué tan interesado por esos dos?  

-Está más claro que el agua Santiago, José quiere saber quienes son, ya que su querida prometida demostró estar muy emocionada por la llegada de Axel y Fernando.

-Tienes razón Antonio, hasta apostaría que José esta celoso.

-Dejen de decir pavadas, Antonio por favor investígalos, ya sabemos que son hermanos de Leila pero quiero saber más al respecto.

-Primo yo quiero saber ¿Qué harás si Yariela está enamorada ya sea de Axel o de Fernando?

-No lo sé, pero sí, sé que hasta la hora de llegada sabré la respuesta.

Por lo que puedo llegar a observar es que no solo Antonio es quien está enamorado, sino que también José.

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Llegamos completos con los quince minutos, dejamos el auto en la cochera y entramos a la casa, nos dirigimos a la puerta central; abro la puerta principal e ingresamos a la casa.