Desiciones Que Matan

Capítulo 3

Leila

Lo primero que me encuentro son fotos, Octavio se ve muy feliz al lado de Emily, también hay fotos de Axel y Fernando, una ecografía la cual indica que el sexo del bebe es una niña. Observo por unos minutos la ecografía y las fotos, las pongo a un lado, lo siguiente que me encuentro son unas escrituras en las cuales hay cinco propiedades tres de ellas están a mi nombre, las otras dos está a nombre de Axel y la cuarta a nombre de Fernando.

La casa a las afueras del pueblo está a mi nombre, me llevo mi mano derecha a mi boca, no me lo puedo creer, soy la legítima dueña de Compañías Computer. de igual manera soy dueña de la casa en la que me encuentro en este momento.

Axel es dueño de una de las compañías de los González, de acuerdo con este documento Rogelio y el señor Alonso, le entregan absolutamente todas las acciones y la presidencia de la empresa a mi hermano.

Mientras que Fernando es dueño de una hacienda a las afueras del pueblo vecino que es Villemort. En este pueblo se construyó una de las empresas más fuertes dentro de las industrias bioquímicas, es la primera empresa que se desarrolló en ese ámbito.

Y la última propiedad que es la casa en la  que hemos vivido nos pertenece a los tres: Axel, Fernando y yo.

-Me estás diciendo que por todo esto mi padre ¿nos quería matar? Y que por esa razón no, nos quiere.

Emily solo me da una mirada triste.

-El es buena persona, creo que lo están manipulando.  

-¿Aun lo quieres? ¿Aún lo amas?

-Hay cosas que aún no…

Levanto mi mano derecha.

-El mayor error que han hecho es subestimarme – por un minuto observo al señor que está al lado de Emily – yo, me llevo este sobre, solo he visto las propiedades que están a nombre de Fernando, Axel y mías – solo me da una mirada de confirmación – Alex – dirijo mi vista a dicha persona – vámonos de aquí – me levanto del sofá en el que estoy sentada – ah y antes que se me olvide, yo me contactare con usted, en cualquier momento habrá un reencuentro.

En el momento en que me dirigía a la puerta junto con Alex, veo a Rogelio y Will entrando, los tengo justo enfrente de mí.

 La primera reacción de Rogelio es verificar en que estoy bien, luego se queda pasmado al ver a Emily, media hora después reacciona y se le lanza encima a Alex, Will está en su sitio no se ha movido ni por un segundo.

-¡YA ES SUFICIENTE! - Rogelio se detiene justo antes de lanzarle otro golpe más a Alex, Will por fin despierta de su sueño – Alex vámonos, y Rogelio ni que se te ocurra decir que me iré contigo y con Will, porque desde ya te advierto que soy capaz de irme sola y caminando. Ni siquiera insistas porque un golpe es lo que vas a ganar.

Observo como Rogelio iba a replicar pero Will lo detiene, si Rogelio creía que me conoce está completamente equivocado; Alex se suelta de Rogelio y solo me da una mirada y sale de la casa.

-Llámame cuando ya estés en el departamento – le doy una mirada de agradecimiento a Will – yo me encargo del resto, y otra cosa, tu y yo hablaremos después ¿quedo claro?

Will no solo es mi amigo, también es mi hermano y me ha comprendido desde siempre, le doy una sonrisa sincera, me acerco y le doy un pequeño beso en su mejilla izquierda como agradecimiento.

-Si papá, te llamare cuando ya esté en el departamento.

Will me despide con una sonrisa juguetona, mientras que Rogelio con una mirada de enojo. Observo por última vez a Emily, y me dirijo a fuera ya que Alex me está esperando dentro del auto.

Al subirme en el auto, Alex arranca y nos alejamos de la mansión, calles después, observo a través del espejo retrovisor, un multo negó, giro mi cabeza y tan solo pego un grito, Alex tuvo que parquearse rápidamente, ya que con mi grito el también se ha asustado.

-No grites niña soy yo.

Es el señor que estaba junto con Emily, en que momento salió de la casa y se subió al auto, Alex lo mira como si tuviera tres cabezas en lugar de una y yo…

-¡¿Qué rayos hace aquí con nosotros?!

-Señor Berry, debería ser más cuidadoso con su salud.

Un minuto, ¿dijo Berry?

-¡¿Usted es mi abuelo?!

Creo que mi cara debe de ser divertida porque Alex esta que se aguanta la risa, mientras que el señor Berry se ríe a carcajadas limpias.

-Mi nombre es Lucas Berry, deja de llamarme señor, y Alex porque no, nos llevas a una cafetería así podríamos hablar más a gusto.  

Alex y yo compartimos una mirada, y la fijamos nuevamente al frente, vuelve a encender el carro y lo pone en marcha. Llevamos en la carretera media hora y me he aguantado lo suficiente, ya que nos estamos dirigiendo a una de las cafeterías centrales del pueblo.

-Ya no puedo más – me volteo al señor Berry y me regala una mirada de diversión- hace unas hora no ha respondido mis preguntas, ¿Cómo rayos se ha subido al auto sin ser detectado?

Suelta una ligera sonrisa que es bastante reconfortante.

-Me recuerdas mucho a tu abuela, tienes el mismo carácter que ella – lo observo como si tuviera cuatro cabeza en lugar de una – y respondiendo a tu pregunta, aunque este viejo no significa que se me ha olvidado como escabullirme de algunos lugares, y sí, soy tu abuelo.



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En el texto hay: decisiones, reencuentro, amor desamor

Editado: 04.05.2021

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