Despacho 108 [en Proceso]

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Tomo mi sorbo de café matutino mientras tecleo el reporte de la semana en mi portátil de trabajo después de haber presentado mi traslado y, como siempre, siendo aceptada por el Despacho de Abogados más destacado de Washington.

“Buenos días Detective Ashley Campbell, su solicitud para trabar en el Despacho de Abogados “The Matthew James” de Washington ha sido aceptada.

Le invito a acceder al link y verifique que su currículum esté en orden.

Si es así, le animo a seguir en contacto y vea los casos que hay para que se le asignen.”

Terminando de leer no tardo en hacer click en el link y busco rápido la información de mi anterior currículum para verificar la planilla del nuevo. Una sonrisa tira de la comisura de mis labios con autosuficiencia al ver la palomita verde aparecer en la esquina de la planilla; Aceptada. Palabra que escucho constantemente mientras mi fama crece y gano experiencia.

En Washington, se encuentra el despacho The Matthew James, especializado en Criminal. Con destreza para comunicarse en Español, proporciona un enfoque legal multifacético y personalizado, perfecto para clientes de distintos contextos lingüísticos y culturales.

Mi padre al retirarse me ha dejado su libro de Crónicas del Detective Campbell, donde relata los casos más difíciles que le fueron entregados y sus secretos de cómo buscó la suficiente evidencia para ganar en justicia.

Esto viene en mi sangre, desde que tengo uso de razón me atrae y llama la atención todo sobre crímenes, asesinatos, atentados etc... Hasta que pude cumplir mi sueño y hacer sentir orgulloso a mi padre.

Actualmente están viviendo en Buff, y me he mudado el viernes a la ciudad de Washington con ansias de seguir sembrando seguridad y justicia entre el pueblo.

Cuando comienzo a ver algunos de los casos del Despacho, me doy cuenta que hay un puntito rojo al final de la fila horizontal con un nombre extraño;

Sr. X —susurro para mí frunciendo el ceño, notando que hay cinco equis más después de esa.

Me llama la atención que tampoco aparece el principio de lo que hicieron otros detectives.

— Como si estuviera en la lista cero. —vuelvo a murmurar analítica, y con la curiosidad aumentando.

No lo dudo dos veces. Pincho en donde debe estar la foto del sujeto —que no se encuentra—, y le doy aceptar arriba en la esquina derecha.

— Señorita Campbell, ya está el desayuno. —escucho a Stefany vocear desde la cocina provocando que meta un pequeño respingo en mi lugar.

— Voy Stef —informo cerrando la pantalla del portátil después de dejar cargando la petición del caso, y tomo la taza de café que siempre está llena, de la mesa de trabajo.

Abro la puerta de mi habitación con ansias de desayunar y me sorprende no ver a Stef delante de la misma, siempre lo hace.

Mi ceño se frunce y salgo sin pensarlo mucho en dirección a la cocina con la expresión endurecida y alerta, como casi siempre. Al cruzar el pasillo, me topo con la chica pelirrubia tomar sus cosas apresurada y algo nerviosa. Pongo la taza de café en la isla con fuerza para hacerle saber que estoy aquí pero parece no darse cuenta por cómo sigue recogiendo cosas.

— Stef —menciono su nombre confundida llamando su atención y la chica me mira de golpe—. ¿Qué pasa? —inquiero caminando hacia ella con cautela.

— Em... —su voz tiembla y mi ceño se frunce más—. Noah me ha llamado alterado, parece que algo pasó con el trabajo. Necesito irme. —informa con la voz igual de temblorosa y me apresuro por detenerla.

— A ver, ten calma. Sé que Noah tiene su temperamento fuerte, pero debe entender que como mismo ser policía es un trabajo, el tuyo lo es. —alzo ambas cejas buscando que se tranquilice.

Sin embargo solo me regala una sonrisa forzada y evita retenerse por más tiempo.

— Nos vemos en la noche. —se despide sin más tomando las llaves y saliendo por la puerta como un rayo.

Suspiro sonoro pasando la mano por mi rostro estresada. Anoche llegué de una visita rápida que hice a Buff y no he podido dormir nada.

De repente mi móvil vibra y lo tomo de mi jeans sin mucha expectación, ya que todavía no estoy en el fuego de la investigación. Es Mateo, mi compañero detective. Contesto enseguida.

Buenos días Campbell. —saluda cordial y noto el tono emocionado que emplea.

Sonrío cerrado.

Buenos días Brown. —le devuelvo el saludo.

¿Cuándo comenzamos a trabajar? —pregunta y eso hace que unda mis cejas.

El finde me he mudado Mat, me aceptaron en Washington. Ya no trabajaré allí. —informo con un tin de tristeza en mi voz.

La otra línea se queda en silencio, siquiera alcanzo a escuchar la respiración de Mateo por lo que undo mis cejas. Le ha caído como cubo de agua fría, lo sé.

Deja escapar el aire comprimido en un suspiro pesado y parpadeo tomando aire para escuchar una respuesta.

¿Podría ir contigo? —pregunta de repente y ante eso sonrío.

Pues claro Mat. Te encanta lo que haces, y creo que tú y yo formamos buena pareja de detectives. —digo sabiendo que le gusta escuchar eso.

Pues perfecto. Presentaré mi traslado y nos vemos el viernes Campbell. Estoy para servirte. —expone más animado que antes y río divertida a lo bajo ante eso.

Okey. Nos mantenemos en contacto.

Perfecto. Hasta luego.

Dicho esto cuelgo yo, y me dispongo a entrar en mi habitación y buscar los cosos todavía no resueltos en el nuevo Despacho. Antes me cercioro de que toda la casa esté bien protegida por el sistema de alarmas para concentrarme mejor en el trabajo.

Hoy es Domingo, mañana comienzo, y el caso que tomaré será el más reciente y difícil.

***

Kala. 23 de octubre del año 2023.

Ya he llegado al nuevo lugar de trabajo, son las 9:00 exacto de la mañana, el Despacho se encuentra cerca de la entrada al local, gracias que no lo comparto como lo hacían en Buff.



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En el texto hay: asesinatos, mafa, antiamor

Editado: 01.01.2025

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