Capitulo 1

De eso me di cuenta tarde, pero una cosa a la vez.

Me anote en las clases de teatro del colegio y no le conté a Juli. Grave error. No lo hice con mala intensión, primero porque era mi último año en la primaria y nunca había hecho alguna actividad entra-curricular, segundo porque no había visto a Juli hacia 1 semana, mis papas no me dejaban ir sola hasta su casa y el no tenía teléfono fijo. No había forma alguna de comunicarnos.

Salí con mi grupo de amigos sin darme cuenta del barullo que se había armado en la salida, todos me miraban asustados cuando pasaba pero yo no entendía nada. Al llegar a la puerta Marcos mi mejor amigo me agarra el brazo y me dice que no me separe de él, no pregunté más y me quede cerca, pero cuando vi a mi novio en la puerta salí corriendo feliz a abrazarlo. Hacía mucho no lo veía y que me haya esperado y venido a buscar, me parecía hermoso, hasta que vi su cara, estaba apoyado en la reja de la entrada principal de brazos cruzados y con el ceño fruncido, no parecía estar feliz de verme. Me quede parada en el medio del patio, Marcos corrió hacia mí y se puso al lado mío, Julián al notarnos se paró y camino hacia nosotros.

Cuando llego a nosotros me empezó a gritar, que como podía ser que estuviera metida en algo tan bajo como el teatro, que ahí estaba lleno de perdedores, mediocres que no servían para nada, que le arruinaba su reputación, que le daba vergüenza, asco.

Yo después de escuchar todo eso no di más y me largue a llorar. No podía creer que él me estuviera diciendo eso, que no me apoyara como yo lo había hecho con él. Lo había acompañado a todos los juegos de futbol que tenía sabiendo que no me gustaba porque siempre lo golpeaban y terminaba muy mal. Se lo dije pero él quería hacerlo y me pidió que lo apoyara porque era muy importante para el que yo estuviera ahí.

Y lo hice, todo lo que él quería hacer yo estaba ahí para apoyarlo. No podía creer que él me estuviera haciendo eso, insultando a todos mis compañeros e insultando lo que más me gustaba.

Me fui corriendo con marcos detrás mío, hasta la secretaria. Pedí que llamaran a mis papas que no me sentía bien.

Los días pasaron, deje teatro por miedo a que pasara lo mismo otra vez. No quería pelear con Julián por eso. Después de una semana Julián vino a mi casa a pedirme perdón. Me explico que estaba nervioso porque se venía un partido importante y tenía muchas pruebas y que estaba muy estresado, por eso había reaccionado así. Pero de todas formas me pidió que no volviera porque sabía que me iba a perder si seguía ahí, que sobre que no nos veíamos, con esto de teatro nos íbamos a ver menos. Para mi tenia coherencia lo que me estaba diciendo nos íbamos a ver menos y yo no quería perder a mi osito, pero seguía enojada por la escenita que había armado, así que le dije que lo iba a pensar para molestarlo más. Dio vuelta la cara y me dijo que una de las razones también por las que no quería que siguiera era que el sabía que yo tenía un montón de talento y que los chicos iban a querer estar conmigo y que no me quería perder. Se largó a llorar y me abrazo tan fuerte como nunca. Ese fue lo que termino de decidir lo que iba a hacer.