Antú - Al sur de Vintown
Antú, al ver que la conversación en la otra punta de la mesa había concluido, lanzó una mirada furtiva a Loreth comprobando que aún lo miraba, esto le causó un dejo de satisfacción que apenas logró disimular, pero se volvió hacia Sathor para hablar de sus asuntos pendientes.
— Sathor… ¿Cuándo viajaremos? Deseo pagar mi deuda.
Sathor observó al íncubo e hizo silencio unos segundos antes de responder.
— Si deseas, podemos bajar mañana mismo, ni bien despunte el alba — respondió. — No necesitarás tu amuleto allá.
— Claro — respondió con entusiasmo. — Dormiré por aquí cerca para no retrasarme — aclaró.
Lina, luego de que Sathor y Antú hubieron resuelto sus asuntos, volvió a interpelar a Dreyk.
— ¿Me dirías por favor, en que luna naciste?
— En Aastarni, fui el primero en nacer y luego mi hermana Dantryia.
Antú confirmó la sospecha que tenía desde que los conociera, ya que por algo el Espíritu del bosque lo había guiado para encontrarlos y sin duda, el secuestro de la hermana de Dreyk estaría relacionado con el hecho de que ambos eran parte de los siete.
— Entiendo — empezó Lina. — Bueno, haber nacido en Aastarni es un buen motivo para un secuestro de dragones y Rosas Negras. Si es así, es probable que también te estén buscando, el Espíritu de los Bosques nos dijo que alguien los seguía cuando los encontró.
— ¿Cómo es posible? — preguntó con asombro. — ¿Por qué entonces el Espíritu no nos advirtió? Y explíquese, porque no entiendo qué tiene que ver ser nacido en Aastarni con el secuestro de mi hermana — exigió con exasperación.
— El Espíritu de los Bosques no lo creyó necesario, porque con su magia ahuyentó a la bruja que los seguía. Las Rosas Negras y los dragones intentan impedir la profecía, aunque de una manera diferente cada uno — comentó con voz calmada. — Por tus palabras noto que no sabes con exactitud de que habla la profecía, y que aquellos que la cumplirán han nacido en Aastarni. Esta secta de brujas pretende capturar a los siete, y realizar con ellos un ritual macabro para acabar con la humanidad, porque, según su pensar, los humanos son los culpables de todos los males del mundo. Por otra parte, los dragones, sólo quieren matarlos, porque prefieren seguir aislados de las demás especies. Además de ellos, muchos poderosos desean lo mismo, ya que si viniera un tiempo de paz, ¿qué sería de sus vidas?
Se veía que Dreyk estaba sorprendido y que apenas podía procesar las palabras de la bruja.
— No sé de qué trata la profecía ni se nada de los siete y por qué los nacidos en Aastarni. Entiendo la maldad de las brujas Rosas Negras, pero aún no comprendo por qué los dragones están con ellas, es sabido que ellos se llevan bien con los humanos y con las hadas, pero no con las brujas. Usted parece saber de esta profecía, ¿será que podría explicármela? — demandaba Dreyk.
— La profecía ha sido olvidada en muchos lugares y en el caso de la Isla Itzos, fue prohibido hablar de ella y que se enseñase — intervino Loreth suspirando intensamente y algo incómoda mirando a Dreyk. — Mi padre, Dionisio, o el Rey Dionisio como él se proclamó, después de no sé qué exactamente. Dreyk y yo aún no podemos entender como ascendió al trono, siendo que, legalmente, el rey de la Isla Itzos, es el Rey Almus, el padre de Dreyk… — cavilaba en voz alta la mujer. — El tema es que cuando mi padre tomo el trono, demandó que no se hablase de la profecía legada a las antiguas hadas. Conocí parte de la profecía por mis abuelos y por mi madre.
— La profecía dice exactamente así: "Cuando durante Baeltum sean abiertos los portales, por siete nacidos en Aastarni, portadores de magia en su sangre, el camino de redención será acortado y los reinos superiores equilibrados" — sonó la voz profunda de Sathor.
— Esto significa que siete personas de sangre mágica, nacidas en Aastarni, se reunirán y abrirán los portales en Baeltum. Cada uno de ellos un portal. La redención se refiere a los damoni, quienes esperan este día para salir de Ghina y recuperar su lugar en los cielos. El equilibrio de los reinos superiores habla de un tiempo de paz entre las especies, como había al principio de la creación. Todas las veces anteriores que empezaron a aparecer nacidos en Aastarni, estos fueron asesinados. Pero esta vez, no será así, pues hemos visto los signos en las estrellas — explicó Lina.
— Muchas criaturas de la naturaleza ya lo saben, por eso el Espíritu del bosque, ninfas y dríadas nos han ayudado — acotó Antú que había estado oyendo la conversación en silencio, intercambiando miradas furtivas con Loreth.
— ¿Y usted o ustedes piensan que mi hermana Dantryia y yo somos aquellos de los que habla la profecía y que por eso la han secuestrado?
— Dadas las circunstancias, creo que sí — la bruja, quedó por un momento pensativa. — Habiendo nacido en Aastarni, si secuestraron a tu hermana, y una Rosa Negra los seguía, las posibilidades de que ustedes sean algunos de los que están destinados a abrir los portales, son muchas — al ver que después de un solemne silencio nadie hablaba continuó: — Pienso que lo mejor sería que nos vayamos a descansar, Antú y Sathor viajaran temprano mañana y yo tengo trabajo con esa capa, ¿verdad, Loreth? — Dirigió estas últimas palabras a la vampira.
Se despidieron todos amablemente y los invitados se alejaron.