Despertar en la Oscuridad | Tinieblas Inmortales | Fragmento

01

 

Su retrato era el centro del lugar, atraía a todo aquel que lo mirara a la distancia, su bello rostro era la definición de perfección. El hotel se llenaba de todo tipo de personas, periodistas, artistas, amantes del arte, extranjeros y obviamente los mismos ciudadanos.
Había más de un solo cuadro, en total eran 5 en total, el más impresionante era el primero, en el que ella tenía 22 años y un rostro tan terso, similar a la porcelana.
Yo también fui víctima de su encanto.

Su apariencia bastó para impactarme y su voz… su dulce voz era hechizante.
- ¿Eres el nuevo pintor? 
Su rostro era tan… joven. 
- ¿Quién te dejo mirarme? - pregunto molesta, avergonzado agache la cabeza, ella continuo hablando.
- Perdón… - susurré.
¿Cómo es posible que se vea… así?
- Gastón, el contrato - llamo a su mayordomo, el dejo una carpeta frente a mi - Levanta la cabeza, ya de nada sirve hacerte el desentendido - se notaba la frialdad en sus palabras.
Tomé el contrato y comencé a leer. Era un acuerdo de confidencialidad, en el se acordaba que yo, como el retratista de la Señora Lu, viviría en el hotel por 3 meses, mismo tiempo que tenía para terminar el cuadro y cuando cruzará la puerta, no podría decir nada de lo que pasará dentro. Eso incluía la joven apariencia de la señora Lu.
Tal vez te preguntes. ¿Porque repito tanto su apariencia? Bueno, se supone que ella tiene más de 80 años y luce exactamente igual que en su primer retrato, podría apostar que incluso más joven.

- ¿Q-qué se supone que debo hacer? 
- Ya lo preguntaste tres veces. Retratarme. - repitió ella - Usa de referencia el último cuadro, solo añade más canas, arrugas y… así.
Ese fue el primer encargó más extraño que había tenido de cualquier cliente. Me contrato para pintarla mucho más vieja de lo que en verdad era.
- Si hago eso, el cuadro se verá muy falso… - lo que decía era cierto, repetir el retrato anterior pero con unos cambios solo haría notorio la falsedad del mismo.
- ¿Que quieres para hacerlo ver real?
- Un modelo… - susurré sin más.
Ella lo medito por varios minutos, minutos que parecían eternos bajo su fría mirada, analizando mis palabras y a mí.
- Ve a tu habitación, mañana comienzas con el cuadro.
Gastón, su mayordomo, me tomo del brazo y me saco de la habitación, guiandomé a la mía.
- Que descanse.
Dudo poder descansar. En tan pocas horas tenía mucho en lo que meditar. Para empezar la joven apariencia de la Sra. Lourdes, mi residencia en el hotel Rose Blanc y por último el mayordomo.
Olvide mencionarlo, pero Gastón, no era un amable y servicial mayordomo, además de que era el único en todo el hotel, era mezquino y me atrevo a decir que bastante arrogante cuando se trata de la Sra. Lu. Desde que llegué aquí, me ha mirado como un intruso, intenté hacer buenas migas con él, pero me es imposible.
¿Y la Sra. Lu? Ella es tan enigmática. Sus ojos azules, detonan una mirada desolada y lúgubre, pero su tono y forma de hablar me hace pensar que es una mujer de siglos pasados. No pertenece a esta época o al menos asi lo noto.

 




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