Capitulo 5

Muevo el pitillo dentro del vaso que contiene el batido asqueroso de pepinillos y piña que Clara trajo, no hago el más mínimo intento de ocultar mi mueca, ¿Cómo existe gente tan desequilibrada que prefiere beber estas cosas antes que uno de chocolate y galletas?. Paso un mechón de mi cabello por detrás de mí oreja para que no impida el poder ver por el rabillo de mi ojo como Xan y Clara mantienen una acalorada conversación en la entrada de la cafetería, frunzo el entrecejo un par de veces ¿Están discutiendo?

Los brazos de ella se mueven exasperados cada cierto tiempo, alzo una ceja cuando en el rostro de Xan se detalla la sorpresa, se ve como si lo que mi amiga acabase de soltarle lo haya dejado mudo e incrédulo a cierto nivel, de pronto todo cambia, su entrecejo se frunce mostrando la ira que emana del rubio, sus labios se presionan en una fina linea y mi amiga zapatea frente a él, a lo cual Butler responde tomándola por los hombros antes de susurrarle algo que parece tranquilizarla, ella asiente y este se pierde fuera de la  cafetería.

Me percato de que no soy la única que se ha dejado llevar por el espectáculo que ha formado la extraña pareja, y es que ya después de casi dos semanas de que se besaran en medio del pasillo, se han visto haciendo cosas de novios, pero cada vez que le pregunto a Clara que clase de relación mantienen solo dice que se están tomando su tiempo. En mi opinión es una completa basura, pero no soy quien para interferir entre sus vidas. Ambos han dejado claro que están atraidos el uno por el otro, no tienen ningún impedimento para tener una relación seria y ahí están, jugando al gato y al ratón.

Clara arrastra los pies en mi dirección y veo lo molesta que está cuando toma asiento frente a mí, pasa sus manos por su cabello buscando la manera de desestresarse y como buena amiga veo la oportunidad de deshacerme del patético batido extendiendolo en su dirección, lo toma y lleva el pitillo a sus labios succionando el contenido.

—¿Que fue todo eso?—Me atrevo a preguntar luego de unos segundos

Sus ojos se clavan en los míos y deja salir un suspiro pesado

—Rose—Dice dejando el batido de lado—Esa perra tiro todas mis pertenencias a la fuente del patio trasero—Chilla volviendo a su estado anterior cargada de rabia

Alzo una ceja

—Pero... ¿Cómo? tus libros estaban en tu casillero ¿No?

Niega rápidamente soltando una risa falsa y cargada de cólera

—No sé cómo hizo, pero forzó el candado de protección... ¡No solo fueron mis libros, Delanie!—Cubre su rostro pero eso no evita que pueda ver como tiembla su labio inferior—No estaría así por unos estúpidos libros que puedo conseguir en la biblioteca...

Frunzo el entrecejo esperando que termine, en su lugar coloca un pendrive sobre la mesa, no necesito tomarlo ni preguntar, sé perfectamente lo que es y lo que contiene.

—¿Ti-Tienes copia de seguridad, cierto?—Pregunto incrédula

Rueda su labio inferior dentro de su boca y niega lentamente

—Aun faltaban algunos detalles por lo que decidí crear la copia de seguridad luego de finiquitarlos... ¿Que se supone que haga?

Rodeo la mesa para sentarme a su lado, pasando mi brazo por sobre su hombros

—Lo lamento tanto—Beso su cabello sintiéndome impotente de verla de esta forma solo por los estúpidos celos de una persona—Encontraremos una solución, yo te ayudaré...

—¿Cómo?—Se separa de mí para verme incredula—Es todo un mes de trabajo que se acaba de ir a la completa mierda

Niego

—No te des por vencida, Clara Allen no es fácil de derribar... Ya verás que tendrás una presentación nueva dentro de poco, la universidad no podrá resistirse a darte esa beca y te convertirás en la geóloga marina más increíble de nuestro país—Trato de animarla pero su expresión decaída no desaparece

La apretuje con más fuerza haciendo que su cabeza descanse sobre mí hombro

Un bullicio inunda el lugar de pronto, voltee en dirección a la puerta de la cafetería dónde tres chicos atravesaron el lugar de forma tranquila, solo tuve que ver al del medio para que mis ojos se rodarán por inercia... ¡Lo odio tanto!

El café de los ojos de Dustin se encontró con el verde de los míos, el pelirrojo me inspeccionó por unos segundos y luego se centraron en Clara, quien había escondido su rostro en mi cuello como niña pequeña. Los chicos a su lado eran exactamente iguales, salvo que uno tenía un pequeño aro de plata en su labio inferior. El chico de ojos café comenzó a caminar a mi mesa y maldije internamente, los gemelos lo siguieron con ceños fruncidos.

—Delanie—Saludó el pelirrojo, como si ya no me hubiese visto esta mañana cuando me tiró de la cama a las cinco y media

—¿Que?—Solté, los chicos a su lado compartieron una mirada cómplice

—Toda una fiera—Se burló el castaño con aro

—¿Quienes son ustedes?—Cuestiono Clara alzando su rostro y demostrando que estaba en un momento en el cual podría luchar con el mismísimo Hulk sin miedo

Una sonrisa curvo los labios del gemelo con el aro fijándose demás en mi amiga

—Un gusto, Blake Noonan—Extendió su brazo esperando a que mi amiga lo estrechará, pero solo coniguió que Clara le abofeteara la mano—Así me gustan—Le lanzó un guiño

Mire nuevamente a Dustin esperando a que se largara, pero en vez de eso, tomo asiento frente a mí, sus amigos lo imitarón quedando uno al lado del otro. Parecía un mafioso con guardaespaldas.

—¿Que tal su día señoritas?—Inquirió como sí no lo estuviésemos echando con la mirada

—¿Que cojones quieres?—Pregunte

—¿Quien cojones eres?—Pregunto la castaña al mismo tiempo

—¿Que sucede?—Inquiere

Bufo molesta moviendo mi mano en señal de (Largo) pero no consigo mi propósito, los tres chicos parecen bastante cómodos en sus lugares. Clara no deja de mirar en dirección de Dustin y los gemelos recelosa. No le conté sobre la maldición que mi madre me obsequio sin derecho a negarme, pensé que sería momentáneo, pero ya casi se cumple una semana desde que el imbécil se cuela a mi habitación con todo permiso de la señora Adams con nada más y nada menso que la intención de despertarme como si fuese un estúpido campamento militar.