Extra 03

Clara Allen

10:00 pm

Alzo el primer shot de la noche y lo llevo a mis labios dejando que el tequila baje por mi garganta haciéndome gritar eufórica cuando estrello el vaso en la mesa. Las chicas a mi alrededor gritan conmigo mientras toman de sus bebidas. Primas, tias, mi madre, amigas de la universidad, del trabajo, todas en un mismo lugar acompañándome a despedir a la soltería.

—¡Hasta el fondo y sin retorno! —Apoya la rubia que nunca me deja sola. Juntas nos empinamos un nuevo shot entrelazando nuestros brazos

—¡Mañana me caso! —Chillo en una mezcla de miedo, felicidad y ansías— ¡Voy a tener un apellido horrible, como el de una anciana! ¡Pero no importa!

Mis compañeras alzan sus bebidas riendo. Delanie se mantiene a mi lado sonriéndome con dulzura aunque sus ojos verdes se ven apagados. No debo ser adivina para saber que se trata de su disgusto con Dustin, fui el hombro en el que se apoyó, lloró y se consoló luego de eso. La escuché revelar sus temores, sus deseos y sus cuestionamientos. Ambos se aman, no hay duda de eso, pero Dustin no está seguro de dar el paso del matrimonio con ella aún cuando ya tienen historia y han compartido un techo por más de dos años.

Delanie ha cambiado, ya no es esa adolescente temerosa y tímida, esa que corría a ocultarse de cualquier problema que la derribara. Es diferente, muy diferente. Es toda una mujer que emana seguridad y poder, no se esconde a la hora de decir las cosas a los demás y mucho menos las oculta. Ha evolucionado durante el paso de los años tanto mental como físicamente, el cabello corto ahora es una larga cabellera rubia que la mayoría de las veces está llena de hondas finas y perfectas, el maquillaje que antes era nulo en ella, ahora es su mejor amigo. Dejo de lado la ropa holgada e infantil para estar de la mano con faldas ajustadas o vestidos ceñidos que remarcan el cuerpo de gimnasio que se carga.

Quien diría que la persona que lloraba por ir correr todas las mañanas es la misma que ahora con veinticuatro años es dependiente del gym para disolver el estrés o cualquier emoción fuerte.

—Te quiero mucho—Le digo al oído y ella ensancha la sonrisa y yo alzo la cerveza que me dan—Brindo por la mejor compañera de travesuras de la historia, la mejor dama de honor que haya podido pedir, ella fue quien se encargó de organizar hasta el más mínimo detalle para que yo disfruté mi día y estoy segura que lo haré—Le sonrío—A demás como si fuera poco, ella es quien diseñó y fabricó con sus propias manos mi vestido... Un vestido perfecto muy a mi estilo y sé que solo alguien que me conoce tan bien como mi hermana sería capaz de hacer mi sueño realidad. Te amo inmensamente, amo cada fibra de tí, desde tus emociones pesadas, las peleas tontas que tenemos y las reconciliaciones en las que terminamos llorando abrazadas. Amo saber que puedo contar contigo, amo que Axel tendrá a una tía muy cool en su vida para que lo guíe cuando su madre pierda la cabeza—Se carcajea y sus ojos se cristalizan—¡Salud por Delanie Adams, la mejor amiga del puto mundo!

—¡Salud! —Los vasos se estrellan dejando el sonido del tintineo pasearse por el lugar

Abrazo a la rubia

—Ahora te toca, me gusta que me elogien, resalta el hecho de que tengo una estupenda figura la cual nadie podría adivinar que un niño vivió en ella por nueve meses

—Lo haré, pero mañana en la cena, cuando deba dar mi super discurso recalcando la dicha que debes sentir en tu nueva etapa de vida—Asegura con diversión—Pero, antes te diré una sola cosa... Serás una grandiosa esposa, tal y como eres una excelente madre. Estoy orgullosa de tí Clara.

Besa mi frente con suavidad y yo la estrecho más hacia mí.

—¿Cómo te sientes de verlo mañana?

Pregunto mientras ella se lleva su bebida a los labios y da un corto trago antes de suspirar con pesadez. Dustin y Delanie no se ven desde lo ocurrido en la casa de la playa, ella fue por algunas de sus cosas en el apartamento en el que vivían, pero cuando él estaba trabajando. Aunque han intercambiado mensajes cortos y típicamente molestos:

¿Cómo estás?.

Bien.

¿Qué tal tu día?

Igual que siempre.

Oh, ya

Ajá.

Conversaciones que no van a ningún lado y que ocultan más que solo el interés de saber cómo está el otro, ambos se extrañan y me tienen con los pelos de punta que sean tan orgullosos después de tanto tiempo juntos. El orgullo debería caducar en ciertas ocasiones en la vida de las parejas, suele ser un factor que pone en riesgo la estabilidad y felicidad que puede ser tan fácil de conseguir para ellos.

—Bien, supongo—Se encoje de hombros

—¿Solo eso? —Curioseo

Frunce sus labios

—Lo extraño mucho—Confiesa—Y he estado pensando en dejar todo este tema atrás, la boda, los hijos... Creo que me deje llevar porque veo a mi alrededor, Drake está casado, Blake y tú lo estarán pronto y ya tienen un bebé hermoso. Y puede que en verdad quiera eso, pero tal vez no es el momento para mí—Inhala despacio—Yo quiero todo con él y si debo sacrificar algunos de mis sueños solo para seguir juntos lo haré

Niego

—No debes sacrificar nada Dela—Corrijo su erróneo pensar—Ambos se aman, y sí, tal vez no sea el momento, pero yo si los veo en un altar juntos y con un par de criaturitas rubias o pelirrojas a su alrededor. Dustin te va a entender, porque veo como cambia su mirada cuando te tiene cerca y noto como sonríes cada vez que estás con él, el espacio que pedían ya lo tuvieron, fue suficiente para los dos y creo que es momento de que hagan las pases y dejen este lío para después. Te juro amiga—Tomo su mano para darle un apretón—Que te acompañaré al altar, y que seré tía y madrina de tus futuros hijos, sino me corto una bubi

Hace una cara de dolor con el final de mi discurso, pero sonríe, sonríe con naturalidad y es tan pura que me saca una a mí.