Parte 21

Si quería hacerlo, pero la realidad me golpeaba de nuevo, volví a pedirle dinero a Kang Seul-gi cuando más bien tenía que pagarle, había presentado oficialmente mi renuncia y el encargado me dio 3 días para desalojar el pequeño cuarto, me deseo las mejores de las suertes y...

-aún recuerdo el día que fuimos a comer juntos y antes de ello te pregunté si querías animarte... ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión? – mordí un poco el interior de mi mejilla, el sábado lo tenía muy presente y ahora mi cerebro se había dado de nuevo unas vacaciones dejándome sin palabras.

-Al principio solo admiraba... el trabajo duro y la forma que se esforzaban... es... increíble la forma en que se esfuerzan, después fue lo pegajoso de la música, últimamente a donde quiera que valla hay música y ahora creo que es el hecho de querer hacer las cosas bien y buscar algo por mí misma, tal vez la oferta que me hacía era un poco más fácil, pero no sería del todo justa para los que esperaron en enorme filas para una audición.

El sol al amanecer era increíble admirado por los propios ojos y asombrosamente se sentía diferente mientras lo admiraba en recargada en las puertas del vagón en lugar del gran ventanal donde comenzó todo, yendo a los nuevos días, dejando la rutina, cuando me preguntaban del porqué, no sabía que decir, pero en estos momentos había muchas cosas por las cuales había decidido tomar este camino.

Toque la puerta dos veces, pero nadie contesto así que entre por mi propio pie, no debí hacerlo, aunque si no lo hubiera hecho habría resultado lo mismo. No me agradaba la idea de que estos dos tipos estuvieran aquí, pero después de todo yo era la invasora, no sé cuántos años llevaban ellos aquí y yo apenas comenzaba mi segunda semana, el chico bajo atropellado ni siquiera se movió de lo que estaba haciendo mientras el otro me miro de una forma nada agradable. Que me hizo cohibirme en mi propio sitio. Sabía que no le agradaba sin embargo no sabía el porqué. Se acerco a mí demasiado para mi estricto gusto por mi espacio personal así que me aleje y lo primero que hice fue tomar el pomo de la puerta para irme, pero este me detuvo tomándome por el codo a lo que rápido reaccione y aleje su mano en un brusco movimiento.

-Eres una perra mala y desobediente – sus palabras fueron muy fuertes para lo que mi cerebro está acostumbrado, apenas pude apretar mis labios meditando en que hacer y de nuevo quiso tomarme del antebrazo.

- ¡No me toques!

-Te dije que este no es lugar para nenas, crees que con poner tu bonita cara lograras si quiera algo de lo que nos costó tanto tiempo trabajar, apenas tienes una semana completa y ya estás en este piso ¿es por cogerte a NamJoon? no es el único hombre entonces al que le tienes que pagar renta entonces. Así que deja de ser una perra malcriada y compórtate como lo que eres – apenas termino yo seguía tratando de procesar todo lo que había dicho, pero no pude hacerlo bien pues ya estaba forcejeando para evitar que no me tocara – todas las mujeres son la misma basura acostándose con los manager para el otro día ser la Idol del año ¿Sabes porque no te quiero aquí?

- ¡¿Pero qué mierda crees que estás haciendo?! – no me dio tiempo de identificar la voz yo seguía tratando de quitarme sus manos de mis brazos.

-y si no vas a servir para lo que eres lárgate.

La puerta se abrió por aquella persona y fui lanzada fuera, tropezando con mis propios pies y cayendo en el piso del pasillo, la puerta fue azotada y los mormullos enojados se seguían escuchando era la voz del Hyung de NamJoon aquel chico atropellado, mi corazón estaba latiendo rápido pero no me quede a saber que pasaría ahí, salí corriendo de ese piso y de la empresa, sin embargo pare porque no sabía a donde ir y eso me trajo un vago recuerdo que me hizo sacudir la cabeza para no recordarlo bien, no tenía mi departamento cerca ni conocía los lugares de ahí, lo único en que pensaba era en encontrar a NamJoon pero el me haría regresar y decirle lo que paso y no quería causar más problemas ahí después de todo él era compañero de NamJoon y yo apenas una recién llegada... que le daría la razón a ese tipo "Porque una mujer en jaula de puros hombres solo provoca la discordia y separación". Seguí caminando lentamente y el restaurante apenas con clientes me hizo recordar que hoy era mi primer día de trabajo en ese lugar, pero no tenía una respuesta, tampoco un departamento cercano y ahora estaba más confundida que hace tres días. Pero aun así entre y la señora amable fue rápido hacia mí.

- ¿Puedo empezar ahora? – la señora asintió muy contenta y me indico que le siguiera.

Me dio un mandil y le seguí con los nuevos llegados me dijo que tomara especial atención en como tomaba sus órdenes y como las anotaba, la seguí también hasta donde debía colocar los papeles y ahí fue donde a encontré a la señora no tan amable, pero aun así hice una reverencia en saludo, me indico que en cuanto se fueran los clientes debía limpiar y volver acomodar las mesas además de lavar enseguida los platos para que no se acumulasen y fuera un desastre total si el lugar se llenaba que era normalmente entre dos y media y tres de larde. Tenía que barrer y volver a aromatizar el lugar. Había cosas nuevas y otras no tanto, pero sin duda me mantuvo ocupada todo el día que incluso llegue a olvidar por un momento que era lo que hacía aquí si no fuera por la presencia de NamJoon y su otro amigo que entraron al local.

- ¿podría ir al baño? – pregunte tan rápido como los vi entrar y entre justo a la puerta del baño, me pegue lo más que pude a la puerta tratando de escuchar, fue tardado, pero por suerte lo pidieron para llevar, apenas escuche la campana volvió a sonar, lavé mis manos y salí del lugar topándome inmediatamente con la señora amable.

-Tus amigos acaban de salir

- ¿Amigos?

-Con los que viniste el otro día

-Son conocidos yo no tengo amigos – dije simple – ¿Qué falta por hacer Ahjumma?