Despierta -Bts & tú-

Parte 27

–De saber que me pasarían cosas así me hubiera gustado quedarme con usted sunmbaenim.

­–son cosas que debes pasar.

­–Tu... ¿También peleaste? ­–NamJoon negó y le mire mal, pero rio.

­–Al menos de tu parte no creo que se quieran meter contigo de nuevo ­–le mire intrigada ­–no pensé que tu puño fuera tan fuerte, siendo sinceros, le convenia a ella irse por una semana para que no vieran su feo cachete hinchado, rojo y no dudo que morado y tarde en bajar la hinchazón Fuck HyeJin ¿Haces pesas? ­–yo negué tranquila, pero reí por su asombro ­–son cosas que pasan y tú tienes un arma fuerte cuando yo iba a la secundaria fue difícil ellos... ­–el paro en seco y yo también le mire esperando que continuara, pero se quedó perdido en sus pensamientos o eso creo porque su mirada estaba en un punto fijo, me pare frente a el pasando la mano sobre su cara y el reacciono apenas sonriendo, pero más bien fue una mueca ­–te acompaño a casa.

Tomo el paso adelantado y por su forma de caminar y mirar a delante sin decir nada más me hizo entender que no sería bueno insistir por el tema del que iba a hablar pues no quería incomodar sabía lo que se sentía y no quería que se alejara de mí era la única persona de que me quedaba en este lugar.

– ¿No se supone que tienes que estar con tus compañeros?

–A veces son un dolor en el culo estoy bien así –sonreí por saber a quienes se referían, yo tampoco quisiera estar en ese quipo de saber que te tiraban tus altos abajo –las cosas se están complicando cada vez más creo que incluso el proyecto desaparecerá...

–No lo entiendo... –el me miro desde abajo, me senté a su lado en el escalón aun guardando mi distancia considerable, apenas eran las nueve de la mañana así que fue bueno ir a la casa de las ahjummas en lugar del trabajo –Te estas esforzando, te veo trabajar a veces sin descanso, mereces eso más que nadie... – cuando volteé a mirarlo él ya me estaba viendo y me sonrió, aparte rápido la mirada porque sentí mis mejillas cálidas y me sentí nerviosa.

–Gracias, pero a veces las cosas no son como queremos, ni tampoco nos las darán por el simple hecho de pedirlas, algunos ven tu trabajo duro otros no y otros tantos se aprovechan de tu situación... la vida no es como la queremos, pero no sería divertido si te lo dieran todo en las manos

Lo mire de reojo, estaba viendo el cielo concentrado con una sonrisa en la mirada, tenía razón, pero a la vez me sentía mal por el por lo de su proyecto. Tampoco podía hacer nada y no sabía cómo dar suerte apropiadamente mi confianza y mi forma de ser todavía me hacía sentir robótica. Pero el siempre hacía sentir el momento cómodo, no estuvo mucho tiempo regreso a halla con una mueca.

Mientras yo trate de practicar un poco, pero era casi imposible, pues no tenía música y tanto para rapear como para bailar me era indispensable, siempre por la tarde salía con una nueva canción pegada en la mente y era casi insoportable porque tenía que escuchar la misma parte todo el día en la cabeza, tal vez necesitaba uno de esos aparatos que tenían las personas ¿Bocinas? ¿Radios? O un celular, pero mi presupuesto aun no era suficiente los ojos amenazaban con salirse cuando miraba la vitrina de esos locales de eléctricos.

A mitad de semana fui a la estética solo hicieron un pequeño despunte y volvieron a dejar mi pedazo de fleco hasta la barbilla pero un poco más estilizado hasta la barbilla era la tercera vez que iba a una y fue por obligación de la señora Hará aun con el pequeño corte mi cabello seguía llegando por debajo de mis codos pero por alguna razón se sentía ligero y eso me gusto, la señora de las tijeras a lago mi color y también lo lacio que era mi cabello.

Y a pesar de la suspensión se me paso rápido el tiempo, cuando regrese todos ahí me veían raro, no sabía bien como tomar las miradas, pero trate de no darles mucha importancia y pase casi corriendo entre los pasillos. Al entrar por desgracia los primeros ojos que me tope fueron los de esa tipa su cara aún seguía resentida con el color morado en su piel, me mordí los labios nerviosamente, yo también tenía rasguños, pero no eran tan perceptibles.

Trate de pensar en las palabras de NamJoon, pero no fueron del todo ciertas incluso creo que se le habían sumado más personas y recordé como se había llegado al acuerdo de que yo fuera expulsada y me hacía pensar que los que estaban de su lado también era por eso, pero a la vez sus comentarios me hacían darme cuenta que tal vez era mi persona. Mientras los escuchaba reír.

–parece que le están dando convulsiones de epilepsia –solo éramos cinco las que estábamos bailando enfrente, la voz era de un hombre y la risa fue de casi todos.

–Dicen que a la ropa corriente se les pega más el olor ¿Crees que sea cierto? –y en la hora de salida tampoco podía estar en paz.

–No lo sé, pero tampoco quisiera averiguarlo, aunque deberías preguntarle a ya sabes quién. O creo que solo bastaría con acercarte –se tapó la nariz y miro de reojo atrás donde yo iba pase de largo.

Los comentarios no deberían importarme es gente que realmente no sé qué es lo que ganan con ello, pero que de igual forma, no dejan de hacerme sentir incomoda y dudar de mí, como hace poco cuando dijeron que el salón de baile olía a ramen y cerdito recién revolcado en lodo, cuando yo sabía que no era cierto y aun así me hicieron dudar de mi olor, la señora YooJin también había hablado de mi presentación a la hora de atender en su local, así que después de salir de la empresa me daba un baño antes de entrar al local, lavaba mis prendas seguido por el sudor de las tres horas seguidas de baile he incluso con los nuevos comentarios me dejaba bañado antes de entrar a la empresa mis cosas personales como desodorante, jabón de aroma, champú de menta y pasta del mismo olor a menta nunca me faltaban.

Ahora entiendo a lo que se refería Kang Seulgi cuando me dio su ropa y sus palabras al dármela, que mala forma de entender, pero es que realmente yo no veía diferencia, talvez la ropa de Kang era más bonita, o no lo sé, me cubrían y eso era lo importante. Pero no sabía que es lo que buscaban aquellas personas, como hace poco que entro un chico con una chamarra de color rojo brillante, debía admitir que era bonita, el chico era carismático y las chicas estaban coladas por él, los chicos se llevaban muy bien y jugaban, se veía agradable y su carisma sobresalía entre esas personas, se veía muy inocente a diferencia de las personas con las que se juntaba y me decían cosas malas.




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