Esa mañana la hierba aún tenía gotitas brillantes que esperaban para saludar al sol, caminar descalza en la hierba es sentir la mordida helada y vigorosa de la naturaleza.
Cuando el insomnio llega, salir a caminar por el bosque cerca de la laguna resulta una terapia para los sentidos, la naturaleza habla con el alma.
Las estrellas son compañeras fieles, que aún entre las nubes, permanecen con su luz, y narran historias de todo lo que ven, historias que les confiamos por miles de años.
Me envuelvo en la frazada y sigo por la orilla, se ve como el viento mueve un poco el agua creando ondulaciones que vibran cuál baile
El agua termal desprende un vapor que atrae con ensoñación, dejo mi frazada y mis prendas a un lado y voy permitiendo que el agua cubra mi cuerpo.
Es la mejor hora para nadar, nadie interrumpe esa unión sagrada con la naturaleza, que permite la meditación y da tiempo de orar, rezar, cantar, ser, vibrar.
Recordar al amante silencioso que comparte su cuerpo, aroma y pasión cada madrugada.
La feliz infancia llena de juegos inocentes, de risas despreocupadas, alegrías infinitas, cuando explorar era permitido, que ser feliz era sencillo.
Después de éste regalo al alma, salir y sentir los primeros rayos de sol , renacer consciente, con el conocimiento y experiencia de todo lo vivido.