Después de la tormenta

Capítulo 5 ✅

Termino mi primer día de trabajo y como ya me advirtió Eleanor, algunos empleados más antiguos quisieron imponerse a mi, quitarme validez por ser más joven, y nueva pero siguiendo el consejo de mi jefa o de la esposa de mi jefe, no sé en verdad, les demostré que conmigo no se puede jugar ni pueden molestarme. Me encontré también con Jackson y fue bastante más simpático que el día de la entrevista, supongo que ese día tenía que dar una impresión de jefe duro pero viéndolo hoy interactuar con los empleados me he dado cuenta que solo fue una fachada.

Salgo del ascensor justo en el momento que Eleanor entra, tiene los ojos ligeramente rojos, como de haber estado llorando pero aún así me sonríe y me saluda como esta mañana, es súper amable con todo el mundo. Además muy guapa, algo que en definitiva es genética porque Lukas podrá ser molesto pero está buenísimo. Cualquiera con ojos en la cara tiene que envidiar la genética de los hermanos.

  • ¿Te vas andando?- me sobre salto al escuchar la voz de Lukas, no me lo esperaba.

  • Iba a la cafetería donde antes trabajaba.- digo cuando se me pasa el susto.

  • Sube, te llevo.

Prefiero no llevarle la contraria cuando está de ¿buen humor? En verdad no parece estarlo pero tampoco es tan cortante como de costumbre, así que voy a aprovechar que él mismo se ha ofrecido a llevarme, cuando llegue al apartamento ya le haré la cena.

Él no me pregunta por mi primer día, me hubiese gustado que lo hiciese pero no me sorprende que guarde silencio, parece que sus palabras están contadas, no dice más que lo necesario y siempre que él decida que debe hacerlo, aunque tu creas que es descortés que no responda a algo a él eso parece no importarle.

  • Gracias.- digo antes de salir del coche, él asiente.- Nos vemos más tarde.- él no contesta, sólo se marcha.

Reviso mi teléfono antes de entrar, no es raro hacerlo, ya avisé a mi encargado de que dejaba este trabajo y él se alegró de que consiguiese un trabajo de lo que estudié.

Veo unos mensajes de mi madre y decido abrirlos, ellos ya saben que Olaf y yo ya no estamos juntos pero desconocen las razones de porque no lo estamos, es preferible así.

Mamá: Tu padre, Carsten y yo nos vamos a mudar a la capital.

Mamá: Porque el tratamiento allá es mejor.

Me sorprendo pero también me alegro, si están aquí puedo visitarlos con más frecuencia y eso me gusta, me encanta sobre todo hablar con mi hermano mayor, que por lo general está muy cansado para hablar conmigo cuando salgo de trabajar, pero así puedo verlo y hablar con él los fines de semana.

Yo: Me alegro mamá, cuando sepáis la dirección me encantaría ir a veros.

Mamá: Claro, yo te la paso.

Entro por fin a la cafetería y saludo a Amalia, a mi encargado y a la madre de mi encargado, no es raro verla por aquí porque técnicamente la cafetería le pertenece a ella todavía, en un futuro no muy lejano será de su hijo.

– Señora Arnold.- la saludo.- Se ve usted un poco desanimada el día de hoy.

Mi jefe y Amalia se sientan antes de que la señora me conteste pero tampoco interrumpen, quiero saber la razón de porque está un poco apagada cuando ella siempre es tan alegre y feliz.

– Es que hace unos años, tal día como hoy murió una persona que frecuentaba la cafetería cuando yo todavía la llevaba.

– Esa persona tuvo que ser muy especial.

– Ella lo era, era una chica muy buena y especial que dejó dos pequeños niños cuando murió.- suspira.

– ¿No era la modelo esa mamá?- me giro al tiempo que su madre le da una pequeña colleja.

– Un poco de respeto, la modelo esa se llamaba Adriana Hoffman.- abro los ojos.

– ¿Cómo has dicho?

– Adriana Hoffman. Niña no hace falta que grites, soy mayor pero no estoy sorda.- me regaña.

– ¿Por qué te sobresaltas tanto?

– Porque es la madre de mi nueva jefa y de mi compañero de apartamento.

– ¿Conoces a Eleanor y Lukas Hoffman?- asiento a la pregunta de la señora.- Debe ser muy duro para ellos este día, recordar que su madre fue asesinada a sangre fría debe ser difícil.- suspira.- Recuerdo cuando fui a su funeral, aquellos niños de ocho y nueve años lloraban desconsolados, no había quien los parase. Se abrazaban sabiendo que solo se tenían así mismos.

– ¿Y su padre?- pregunto con cautela, no he visto fotos del hombre en el apartamento de Lukas, puedo que no lo conozca.

– Fue asesinado también.- eso es peor que, que sea un desconocido para él.

– ¿El mismo día?- ella niega.

– Hace poco más de un año.- abro mucho los ojos, debe ser duro perder a personas tan importantes para ellos.- Creo que en la boda de Eleanor.- tuvo que ser difícil.

– ¿Tienen algún hermano más?- digo recordando el cuadro con tres adultos.

– Creo que un medio hermano, no sé, son personajes públicos los tres, así que puedes buscar esos datos en Internet.- me dice como si nada.

– Me voy, mañana nos vemos.

Salgo corriendo de la cafetería, no sé si pasar un día como hoy solo sea lo mejor, aunque sé que tampoco me dejará estar con él, estamos hablando de Lukas, mi silencioso y misterioso compañero de apartamento, un chico que aparentemente no tiene sentimientos pero que de seguro tiene que estar pasándolo mal, debía amar a su madre.

Entro al autobús cuando llega, por una vez me gustaría tener coche (auto) propio para poder llegar antes al apartamento, pero el tiempo que tarde me ayudará a pensar en que decirle, hablo mucho pero no sé nada sobre consolar a personas que perdieron a un ser querido por asesinato, espero que atrapasen al asesino y esté pudriéndose en la cárcel.

Al llegar intento subir rápido al apartamento pero soy interceptada por Brianna, la vecina y ex novia de Lukas, espero que no me retenga mucho.




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